La Espiga de Plata se la ha llevado la húngara «Silent friend» y Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini ganan la mejor dirección por «La noche está marchándose ya»
01 nov 2025 . Actualizado a las 17:20 h.Importante dato: el director de Seminci, José Luis Cienfuegos, anunció que la 70ª Semana Internacional de Cine de Valladolid atrajo «a más de 100.000 espectadores a las salas, superando en un 6 % a los 98.000 de la pasada edición». En un contexto internacional adverso para la exhibición, que tantos miles de almas hayan elegido una butaca para disfrutar de cine de autor en la muy cinéfila Valladolid (mírese el palmarés, con filmes al margen del mainstream y el entertainment puro y duro), ya es un triunfo digno de encuadrarse. Incluso la incómoda en lo narrativo, aunque audaz coproducción gallega Anoche conquisté Tebas, se trajo el premio Especial FUNDOS en Punto de Encuentro.
Por cuarta vez (lo fue en 1963, 1971 y 1984), el jurado compuesto por Elena López Riera, Laurentina Guidotti, Serge Toubiana, João Pedro Rodrigues y Mihai Chirilov otorgó la Espiga de Oro ex aequo a la estadounidense The Mastermind (también mejor fotografía) de Kelly Reichardt (desde ayer en las pantallas españolas), por «deconstruir las reglas del género […] a través de una narrativa que juega con las convenciones del cine de atracos». También a Magallanes, de Lav Diaz por «sumergirnos en el pasado desde el presente, releyendo la historia colonial desde una perspectiva compleja y crítica». Son dos propuestas en las antípodas narrativas en cuanto al concepto del ritmo, pero al tiempo perfectas para ilustrar la diversidad de la creación audiovisual, aspecto por el que apuesta Seminci en sus más de veinte premios, entre oficiales y no oficiales.
La Espiga de Plata fue para la original Silent Friend, del húngaro Ildikó Enyedi, también Espiga Verde, ya que a través de su «poderosa narrativa, afronta el tema de la comunicación silenciosa, la relación entre los seres humanos y las formas de vida no humanas, y lo invisible que impregna la realidad». El Premio Ribera del Duero a la mejor dirección se lo llevaron los argentinos Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini por La noche está marchándose ya, por su capacidad «celebrar la cinefilia, la amistad y el amor como gestos colectivos que nos invitan a seguir creyendo en el poder de la fabulación en un momento tan adverso para la creación audiovisual en la Argentina contemporánea». Mejores actores fueron Eva Victor por Sorry, Baby (que también dirige), y Harry Melling por Pillion, de Harry Lighton. Hubo mención especial para los no profesionales Lionel Corral Bernal, Lionel Corral y Alicia Corral Bernal en Lionel, de Carlos Saiz. El mejor guion fue para Fernando Franco y Begoña Arostegui por Subsuelo, y Nili Feller mejor montaje por Yes. La consolidada Punto de Encuentro premió La risa y la navaja, de Pedro Pinho. Por su parte, la sección Alquimias, reconoció Bulakna, de Leonor Noivo, y Tiempo de Historia reconoció Cara a cara, del uruguayo Federico Veiro.