El irregular rendimiento a domicilio, único lunar en una trayectoria de cuento
12 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando se olvidó de sus ínfulas de equipo de Primera temporalmente en Segunda, el Dépor ha encontrado una velocidad de crucero capaz de llevarle desde la sospecha con que se presentó en el derbi de Riazor, hasta el liderato actual. Un viaje que, además, ha completado a toda velocidad. Tras un inicio irregular acabó el 2011 en ascenso y, poco después, se aupó al liderato, desde donde se ha tejido un colchón a prueba de resbalones. Los vaivenes de su rendimiento fuera de casa se convierten en su único lamparón.
ALINEACIÓN
Un equipo de gala encontrado a ritmo de sanciones
En el Dépor ha habido movimiento de piezas, pero no de sistema. El 4-2-3-1 es inamovible y solo varía en circunstancias excepcionales, como para remontar un marcador adverso, cuando Oltra ha cambiado a defensas y pivotes para dar entrada a más delanteros. Solo Saúl desapareció de las alineaciones por decisión técnica, pero en un mero intercambio de cromos entró otro futbolista de características similares, Bruno Gama, triunfante tras su exhibición de veinte minutos en Elche. A Aythami y Ayoze no los relegaron del equipo sus discutidas actuaciones, sino los ciclos de amonestaciones. Sus sustitutos, Zé Castro y Morel, se mantuvieron después de ocupar sus bajas por sanción.
COLECTIVO
El crecimiento como bloque
En el vestuario de Riazor no hay delanteros de veinte goles, ni centrales irreductibles que llevan en volandas a su portero hacia el Trofeo Zamora. Aranzubia, Colotto, Álex Bergantiños y Valerón conforman el núcleo duro de un Dépor que ha sabido destacar como bloque, hasta diseñar un pasillo de seguridad que Oltra calca una y otra vez en las alineaciones. Mientras el meta ha disputado todos los minutos, solo las sanciones o alguna lesión mínima han apartado del once inicial a Colotto y a Álex. En el caso de Valerón, este apenas se perdió un partido de Liga, y por decisión táctica: en Huesca.
ESTRELLA
La huella de Guardado
Más allá de las cuatro novedades que presentará la alineación deportivista en Balaídos respecto a la que jugó en la primera vuelta, el estilo deportivista variará ostensiblemente. Si en Riazor por la izquierda jugó un extremo puro, como Salomão, que le armó mil diabluras a Oier, un central reconvertido a lateral, ahora jugará Guardado, el auténtico pulmón ofensivo del equipo coruñés. Lanzador de todas las acciones a balón parado de su equipo, el mexicano es capaz de asociarse y aparecer por cualquier esquina de todo el frente de ataque gracias a su ingente derroche físico. Además, a punto de cumplir su última temporada de contrato en A Coruña, se ha destapado como decisivo pasador y hasta goleador.
REGISTROS
Una racha histórica pulverizada y otra, en camino
Desde que doblegó al Celta en Riazor, el Dépor estableció una nueva marca particular de victorias consecutivas en Segunda División (acumuló nueve entre el partido de la primera vuelta contra el Numancia y el de la segunda contra el Barça B) y está a punto de igualar la de triunfos consecutivos en casa, pues lleva doce, uno menos de los trece que alcanzó en las temporadas 75-76 y 90-91. Además, tiene a tiro varios registros históricos de la Liga, ambos en posesión del Valladolid, como el de puntos (establecido en 88), o el de más partidos ganados (lleva 22 y está en 26).