La búsqueda del delantero y el pavor de los mediapuntas

DEPORTES

03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol es un circo, el camino al Mundial da risa y el partido disputado ayer en el Bernabéu duró un suspiro. Italia, pertrechada en la frontal del área, apenas aguantó un cuarto de hora a esta espléndida generación de mediapuntas de que España sigue disfrutando. A toda velocidad, las diferencias entre España e Italia se desnudaron con tan poco disimulo como el de Buffon, quien a los 39 años chirrió al estirarse en busca de la falta a media altura que Isco convirtió en el primer gol. Peloteros de rompe y rasga como Koke, Iniesta, Silva, Asensio e el propio mago malagueño (con Thiago o Saúl mirando desde el banquillo) generaron tal torrija a sus rivales, que cada combinación española retrataba un ejercicio de camisetas rojas entre conos azules.

Con el liderato de grupo y la clasificación en el bolsillo, a Italia le castañetean los dientes solo con pensar en el castigo que le espera. Con España a tres puntos de distancia, tendrá que ganar una eliminatoria en la que le podrían tocar adversarios del fuste mundialista de Suecia; Portugal o Suiza; Irlanda del Norte; República de Irlanda; Montenegro, Dinamarca o Polonia; Eslovaquia; Grecia o Bosnia Herzegovina; e Islandia. Todo un baño y masaje para una selección con tres estrellas mundiales bordadas en el escudo.

¿Y España? Pues a encontrar un goleador de garantías para cuando en el Mundial haga falta más de una solución para ganar. Su mayor problema es que, con adversarios de tan poco calibre como los que quedan (Liechtenstein, Albania e Israel), cuesta imaginarse a Lopetegui sacando conclusiones serias para elaborar una lista de delanteros de garantías para el Mundial. Porque este y no otro es la verdadera final que España debe ganar cuanto antes, la de encontrar un goleador al que los rivales teman con el mismo pavor que a sus mediapuntas.