El VAR: una correción cada tres partidos

Pablo Carballo LA VOZ

DEPORTES

R. García

Cumple su primera vuelta de competición inmerso en el debate sobre en qué acciones interviene mientras los árbitros tratan de unificar criterios

15 ene 2019 . Actualizado a las 08:12 h.

No hay jornada sin pero. El Levante viene de pedirle explicaciones al Comité Técnico de Árbitros tras la mano señalada a Vukcevic en el Metropolitano: «Que nos expliquen los criterios interpretativos». «Creo que el VAR es lo más justo que hay por ahora», había recitado Simeone días antes. En el Villamarín, el Real Madrid volvía a cuestionar por segunda jornada consecutiva las decisiones de la sala de pantallas: esta vez, un posible fuera de juego en el gol de Canales. La precedente, un penalti sobre Vinicius cometido por Rulli en el Bernabéu. «Las reglas deben ser claras, hay cosas que no entiendo. No son quejas, es defenderse», espetó entonces contrariado Santiago Solari.

Hasta el parón navideño ?y con la excepción del partido aplazado entre el Villarreal y Real Madrid? se disputaron 17 jornadas, un total de 169 partidos. En ese periodo el VAR realizó, según los datos publicados por el Comité hasta hoy, 55 intervenciones. La mayoría, hasta 31, en cuestiones de apreciación geográfica: fuera de juego, si un balón entra o no en la portería, la identidad de un futbolista o si una infracción se cometió dentro o fuera del área. En 24 ocasiones el colegiado ha consultado personalmente la pantalla antes de tomar la decisión. El sistema ha corregido, de media, una acción cada tres partidos. En una sola ocasión el colegiado mantuvo su decisión inicial tras ser advertido por el VAR de un posible error. Sucedió en el Huesca-Villarreal. El trencilla Medié Jiménez silbó penalti de Jovanovic a Carlos Bacca. Álvarez Izquierdo, desde el VAR, le advirtió de que podía haber errado. Tras consultar personalmente el monitor, el catalán ratificó la decisión que había tomado inicialmente.

«La idea es intervenir solo ante un error flagrante» resaltaba el presidente del Comité, Velasco Carballo. Cada dos semanas los trencillas se reúnen para tratar de unificar criterios. Llevan revisados para ello unos 400 vídeos. De la disparidad en las intervenciones han llegado las mayores críticas. «El VAR lo pagamos los clubes y exijo una explicación de qué es lo que ha fallado. Que no se me quede cara de gilipollas», denunció Ángel Torres, presidente del Getafe, tras el partido en San Mamés. Reclamaba un penalti sobre Jaime Mata en la última acción del encuentro que no fue revisado. Semanas después, su técnico, Bordalás, clamaba tras un gol anulado en el Camp Nou: «El VAR no está funcionando bien, no consigo entender en qué entra y en qué no». El derbi sevillano, con la controvertida expulsión de Roque Mesa en un lance con el meta Pau López, ya había provocado las iras de Pablo Machín. «Para eso mejor que arbitren en el BAR con B tomando unas cañas», lamentó.

Otra de las censuras reiteradas ha llegado por la quiebra del ritmo de los partidos. «Para anular el gol estuvo casi tres minutos. Daban ganas de decir: da el gol, pero vamos a jugar», ironizaba Ernesto Valverde tras el partido ante el Espanyol. Mendilíbar ?uno de los más críticos? mostró su enfado en el encuentro ante el Girona: «Ha sido un circo. Nos pasamos dos minutos mirando qué ha sucedido. Esto no es fútbol». En las primeras doce jornadas, el tiempo medio de intervención fue de 73 segundos y de 103 cuando el árbitro revisó personalmente la jugada. El videoarbitraje se aplica ya en Copa y se estudia su implantación en el play off de ascenso. La mayoría aplaude su llegada, pero advierte sobre la necesidad de afinar criterios y acelerar los dictámenes. «El VAR está en pañales», reconocía Velasco Carballo. Esa es, precisamente, su mayor debilidad.