Borja Jiménez no se plantea dimitir

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

XOAN CARLOS GIL

El técnico respondió a la pregunta de si meditaba renunciar con un escueto «no»

27 mar 2022 . Actualizado a las 19:35 h.

Borja Jiménez no se plantea dimitir, a pesar de la nefasta racha de resultados que ha alejado al Deportivo a nueve puntos del liderato y de perder con el filial del eterno rival. El técnico abulense respondió con un escueto «no», a esta cuestión.

El técnico se mostró muy enfadado con la actuación arbitral y justificó este nuevo traspié con los errores del árbitro. «Es una derrota dolorosa por cómo se produce. Nos ha penalizado el inicio, en el que encajamos rápido, pero hemos sabido salir del golpe y tuvimos ocasiones muy claras con Quiles y Diego [Aguirre]. Hemos empatado más tarde de lo que merecíamos y al final sucede lo de siempre. Ha sido una pelea todo el año y eso no va a cambiar ya. Nos quedamos con diez cuando podían quedarse ellos antes en la jugada del penalti», explica. «Quiles dice que se tropieza. Yo entiendo que no sea penalti, pero de ahí a enseñarle una segunda amarilla... Y más cuando había se la había perdonando a ellos en el penalti. Y luego los cuatro minutos de descuento, solo, el penalti que podían señalar en la jugada de Borja...», añade.

Jiménez incide en que el encuentro se iba a decantar a favor de su equipo, tras el empate de Alberto Quiles desde los once metros, pero su expulsión lo cambió todo. «De cien partidos ganaríamos la mayoría por cómo se estaba poniendo», señala.

El entrenador del Deportivo justificó su planteamiento inicial, con tres centrales y el zurdo Aguirre jugando en banda derecha. «Con la salida de tres y los dos mediocentros creíamos que nos iba a valer. Y con los jugadores disponibles que teníamos fue lo que decidimos. Era Diego o Doncel. El inicio no fue bueno, pero merecimos empatar antes del descanso», explica. «En la segunda parte, teníamos a Diego [Aguirre] con molestias en el abductor y con la entrada de Willi mantuvimos la misma estructura. Tuvimos muchas ocasiones, pero nos ha faltado culminar», agrega.

Sobre el brasileño, justifica su ausencia del once por los problemas físicos que arrastra: «Con Willi teníamos dudas. Interpretábamos que hoy no se iba a acabar el mundo y no podíamos correr riesgos. Tiene una dolencia en el abductor desde hace tiempo que vamos controlando».

Cree en acabar campeón

Borja sigue creyendo en que pueden alcanzar al Racing de Santander, que ya les saca nueve puntos y el golaveraje. «Nuestro objetivo sigue siendo intentar ser campeones. Lo vamos a intentar hasta el último segundo. No vamos a dejar de intentarlo ni va a dejar de ser así», advierte. «¿Quién dice que el Racing de Santander no puede coger una mala dinámica? Vamos a seguir intentándolo hasta el último segundo», apostilla.

«A la afición solo hay que pedirle disculpas, entiendo su cabreo porque no hemos ganado y la segunda vuelta no ha sido buena. Pero les pido que confíen porque estamos convencidos de que vamos a ascender. Entiendo que sea difícil crearlo, pero que confíen en nosotros que lo vamos a hacer», ruega.

Jiménez lamentó lo sucedido tras el pitido final. «Tengo poco que opinar. Hay que saber ganar y perder, pero es un tema más suyo que nuestro. En la victoria y en la derrota nosotros hemos sido educados», defiende.

También justificó que no tirasen el balón fuera con la lesión de Fabricio: «Antes de iniciar el partido nos advierten que no se va a tirar la pelota y se acabó el debate. Las normas las pusieron ellos. El árbitro dice que saquemos de banda y hemos sacado».

Quiles dice que se tropieza

Por su parte, Alberto Quiles niega que se hubiera tirado en la jugada que desembocó en su expulsión. «En ningún momento me tiro. No quiero engañar al árbitro ni nada. Si lo hiciera me estaría engañando a mí mismo. No me tiro, me tropiezo. Me hago hasta daño en la muñeca al caerme», explica. «El árbitro me dice que si pita penalti se juega su carrera y yo le digo que no lo pite, pero que no me tiro», agrega. «No me lo nombre, pero me dice que ya en la primera parte perdonó una caída, la de Mario [Soriano], y que no podía dejar pasar más», desvela.