Kubala y Di Stéfano tambien regateaban muy bien fuera del campo, pero el entonces joven periodista de La Voz Vituco Leirachá logró entrevistarlos cuando ambos futbolistas estaban en el centro de las polémicas (con lectura política incluida) que provocaron sus fichajes por el Barcelona y el Real Madrid
01 jun 2022 . Actualizado a las 12:49 h.Di Stéfano llegó al Madrid con la condición de que dos años después tendría que jugar en el Barça. Kubala, que se había dejado querer por el Madrid, acabó fichando por el Barcelona. Dos escándalos que hoy en día harían pequeño el caso Mbappé.
LADISLAO KUBALA: 23 de junio de 1950
«Ni Madrid, ni Barça, aquí se precipitan mucho»
(Kubala llega a A Coruña para jugar un amistoso ante el Deportivo con su equipo húngaro. Vituco lo entrevista con la ayuda de un intérprete).
—Kubala, la prensa y el Madrid no hablan muy bien estos días de su formalidad y la del Barcelona.
—Pues no hay motivo. En España suelen precipitarse todos demasiado. Ni yo fiché por el Barcelona, ni me había comprometido con el Madrid. Y supongo que lo que yo diga tiene alguna importancia. No va a ser ellos solos los que deciden.
—Pero si incluso se dijo que percibiría usted 1.300.000 pesetas por tres años en el Barcelona y el club ya da su compromiso como cosa resuelta...
—Hablé con unos y con otros, pero nada más. En principio, no quiero decidir mi residencia en España mientras no tenga aquí a mi familia. Mi madre está en Budapest y mi mujer en Italia.
—¿Y una vez resuelto eso, cuánto pedirá por la ficha?
—¿No le parece que eso interesa muy poco al público? Son cosas muy personales.
—¿Es cierto que le contrataron en una ocasión por 25.000 dólares? ¿No son muchos dólares?
—No fueron dólares, fue el equivalente en moneda húngara. Todo perdido...
—¿Qué opinón tiene del fútbol español?
—Es muy parecido al centroeuropeo, pero más individual. Ese es su mayor defecto.
—¿Mejores o peores que ustedes?
—Eso lo dirán ustedes. A mí me gustan mucho.
—¿Como está el fútbol en Hungría?
—Hace año y medio que falto de allí. Se acabó el profesionalismo. Claro que queda muy buena gente aún. Creo que siguen siendo los mejores de Europa.
—Una última cosa: ¿qué le parece Acuña?
—El del Deportivo es el mejor guardameta con quien me enfrenté en España.
alfredo di Stéfano: 7 de febrero de 1954
«A usted qué le importa si gano mucho en el Madrid»
(Di Stefano, que juega su primera temporada en el Madrid, sale por la puerta del hotel de A Coruña a dar un paseo y Vituco corre hacia él).
—¡Qué manía tienen de molestar a uno!
—¿Se da cuenta de que yo vengo aquí para contar a la afición gallega cómo respira el popular jugador del Madrid?
—¿A mí que me importan los aficionados que no sean del Madrid?
—Bueno, pero aquí tiene muchas simpatías. ¿Gana mucho dinero en el fútbol?
—¡A usted qué le importa! ¿Me pregunta eso porque me tienen envidia? Si tengo dinero, me lo guardo para mí. Me lo dieron porque soy un buen jugador.
—En eso va siendo en lo único que estamos de acuerdo. ¿Es usted un delantero valiente?
—Según, si aquí dicen valentía a partirse la cabeza contra los palos.
—¿Volverá a Argentina?
—Claro. lo estoy deseando. Espero volver a jugar en River.
—¿Por qué vino entonces?
—En mi persona mando yo.
—¿Le disgustó tener que dejar Barcelona?
—En el Madrid estoy contento. Y aún tengo cuatro años de contrato.
—¿Qué defecto ve en el fútbol español?
—No se domina la pelota.
—¿Cuál es el mejor jugador español que ha visto?
—Algunos hay muy buenos, pero no voy a dar nombres para no molestar.
—Pues es todo un detalle. ¿Qué equipo será campeón de liga?
—Nosotros vamos en cabeza.
—¿Que recuerda del partido contra el Deportivo de la primera vuelta?
—¿Qué Deportivo?
—El Coruña, hombre; le aclaramos...
—Pues recuerdo que les ganamos en nuestro campo.
—¿Solo eso?
—Bueno, recuerdo a Zubieta, al que ya conocía de Argentina.