El burelense Suso Rey fue entrenador del Bintang Timur Surabaya hasta el regreso de Héctor Souto, junto al que se proclamó campeón en Indonesia
11 oct 2023 . Actualizado a las 09:45 h.Suso Rey González (Burela, 1974) era el preparador físico del Viveiro CF en la quinta división de fútbol cuando recibió la propuesta de entrenar a uno de los clubes de fútbol sala más potentes de Asia. «También tengo mi trabajo en Activity Center y a mi familia, pero la oferta fue muy interesante, me gusta el fútbol sala y me apetecía vivir la experiencia», explica un hombre que el pasado noviembre aceptó hacer las maletas y recorrer 13.000 kilómetros para coger el timón del Bintang Timur Surabaya y afrontar el reto de reconquistar el título de liga en Indonesia.
Un asunto personal provocó la baja indefinida del hasta entonces líder del cuerpo técnico, Héctor Souto, que recomendó al que ya fuera su ayudante en O Parrulo para dar continuidad a su trabajo junto al preparador físico también chantadino David Diéguez. «Tener allí a David, la confianza de Héctor y el saber que ya estaban utilizando nuestra metodología fue muy importante para que me decidiese a aceptar la oferta», desvela.
Rey ejerció como máximo responsable técnico del club durante cinco jornadas, en las que conquistaron cuatro victorias y un empate, y aceptó dar un paso a un lado y ponerse a su servicio cuando Souto pudo regresar: «El plan era ese desde el principio. Si solucionaba sus asuntos y podía volver, trabajaríamos juntos y él volvería a ser el entrenador. El proyecto ya era suyo desde la temporada anterior, somos buenos amigos y ya habíamos trabajado juntos durante dos años».
Con su tridente lucense en el banquillo, el Bintang Timur Surabaya volvió a arrasar en el campeonato de la regularidad de Indonesia y alcanzó el objetivo de llevar el título a sus vitrinas: «Superamos los 57 puntos del año anterior y llegamos a 59 de 66 posibles. En toda la liga solo nos dejamos dos empates y una derrota».
Les quedó la espina de no poder competir por la Champions asiática, que no se celebró «por motivos económicos». «Creo que hicimos un gran trabajo a nivel técnico, táctico y también físico. No hubo lesiones y eso es por el buen hacer de David. Me dio pena no probarnos contra los mejores del continente», apunta.
Diego Ríos coge el relevo
Finalizada la temporada y cumplidos los objetivos, Suso Rey y sus compañeros decidieron dar por cerrada su etapa en el club: «Es un ciclo que se terminó. Creo que ya poco más me quedaba por aportar y, además, voy a hacer 50 años y me apetece estar con mi familia. No es Francia o Italia, volver supone un viaje de dos días. Es un lujo trabajar allí por los recursos que tienes y el trato, si me cogiese con 30 años me plantearía pasar una temporada larga». Para relevar al cuerpo técnico y dar continuidad a su ciclo ganador los dirigentes del Bintang Timur han vuelto a confiar en un entrenador lucense, Diego Ríos.
El que fue subcampeón de liga con el Levante en España se encontrará un campeonato que ha realizado una fuerte inversión para continuar creciendo. «Hay varios clubes con presidentes de mucho dinero que han decidido apostar por el fútbol sala. Han venido mucho entrenadores de fuera y jugadores como Gallo y Dieguinho, con nosotros, o Ricardinho con el Pendekar United. Además el futbolista local tiene un gran perfil, con muy buen físico. Todavía tienen que mejorar las pistas, los balones y los arbitrajes, pero la apuesta es firme y están creciendo mucho», analiza Suso Rey.
«Somos privilegiados»
Ya de vuelta a su vida en A Mariña y reincorporado a su trabajo en Activity Center, «junto a Ibán García, que es como un hermano», el técnico hace un balance «muy satisfactorio» de sus diez meses en Indonesia: «Al final allí nosotros somos privilegiados por nuestras posibilidades económicas, pero el trato es espectacular, tienes mucha calidad de vida. Estábamos en Surabaya, que es la segunda ciudad más grande y allí la religión marca mucho. La comida también era muy buena. Fue una experiencia muy positiva».
Rey también muestra su «gratitud» al presidente Dimas Bagus, «un mecenas entregado de los que hacen falta para que este deporte crezca y mejore» y a Héctor Souto por la confianza. «Si no es por representantes o porque tienes un caché muy importante es difícil que te lleguen opciones así. Él apostó por mí y es algo muy de agradecer por vivir una experiencia así de bonita», defiende un profesional, de momento, sin objetivos a la vista más que disfrutar «desde fuera» el fútbol sala tras pasar también por el cuerpo técnico del Burela Pescados Rubén, O Parrulo Ferrol y Prato italiano, entre otras entidades.