Luis Rubiales, el hombre del eterno escándalo

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

María Pedreda

A los presuntos contratos irregulares durante su etapa como presidente de la RFEF, hay que sumar el beso no consentido a Jennifer Hermoso, la destitución de Lopetegui o la fiesta de Salobreña. La Guardia Civil le detuvo este miércoles a su llegada a España desde la República Dominicana y ha quedado en libertad con cargos

03 abr 2024 . Actualizado a las 18:12 h.

Aunque parecía difícil superar el escándalo del beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial, Luis Rubiales ha vuelto en las últimas semanas al ojo del huracán. Un nuevo problema judicial que acecha al expresidente de la RFEF, que era detenido este miércoles por la Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid-Barajas-Adolfo Suárez tras un vuelo procedente de la República Dominicana para posteriormente quedar en libertad con cargos.

El exdirectivo investigado por presuntos delitos de corrupción por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda (Madrid), tenía previsto regresar al país el próximo sábado. El lunes la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) registró, junto a fuerzas de seguridad de República Dominicana, el alojamiento temporal del expresidente de la Federación Española de Fútbol en este país, donde ha permanecido unos meses.

La jueza investiga contratos, posiblemente irregulares, de los últimos cinco años en la RFEF, en coincidencia con la etapa de Rubiales al frente de la entidad.

Se trata del último escándalo de muchos protagonizados por el exfutbolista andaluz. 

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Jennifer hermoso

El éxito del Mundial: de la gloria a la caída. Luis Rubiales se las prometía muy felices. A la vez que la selección española femenina colgaba su estrella en el pecho como campeona del mundo, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comenzaba a cavar su propia tumba. 

Su posible adiós forzado comenzó entonces a tomar cuerpo. Los golpes le llegaron por todas partes, tras su bochornosa actitud en la final de la Copa del Mundo. Refugiado en su Motril natal, las peticiones de dimisión no cesaron. Su decisión fue convocar una Asamblea Extraordinaria en la que, a priori, tenía previsto defender su gestión. Un método ya empleado por su antecesor en el cargo, Ángel María Villar, cada vez que se veía amenazado. Pero lo cierto es que Rubiales cada vez estaba más solo y aunque insistió en permanecer en el cargo acusando directamente de lo sucedido a Jennifer Hermoso, el caso terminó en dimisión, con inhabilitación de la FIFA de por medio. 

Hace solo unos días se confirmaba que la Fiscalía pide dos años y medio de prisión para el expresidente de la RFEF por el beso no consentido. El Ministerio Público también pide un año y seis meses de cárcel para los otros acusados, Albert Luque, Jorge Vilda y Rubén Rivera.

Mundial de Rusia

La destitución de Lopetegui. Fue su primera decisión trascendente desde su llegada al cargo hacía solo unas semanas. Y no le tembló la mano. El entonces seleccionador nacional, Julen Lopetegui, había firmado un contrato con el Real Madrid 48 horas antes del debut de España en el Mundial de Rusia. El contrato comenzaría una vez concluyese el torneo, pero Rubiales decidió destituirle y poner en su lugar a Fernando Hierro. El resultado es de sobra conocido.

Supercopa de Arabia

Acorralado por Anticorrupción. Es posiblemente el gran escándalo en su mandato. El Confidencial destapó unos documentos y unos audios entre el presidente de la RFEF y Gerard Piqué (entonces futbolista del Barcelona), donde se hablaba del traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí. El contrato firmado por seis años, supuso unos ingresos de 40 millones de euros por temporada para la federación, mientras que Kosmos, de la cual es primer directivo Gerard Piqué, se llevaba cuatro millones por cada uno. El acuerdo también disparó el salario variable de Rubiales. Fue acusado por Anticorrupción, causa que todavía mantiene, por desviar dinero. Pero eso llegó a acabar con él. «Lo único que tengo miedo es a que me metan cocaína en el coche», llegó a confesar el mandamás de la federación en una rueda de prensa surrealista en la que denunció ser víctima de «una caza preparada, falseando la realidad».

Subidas de sueldo

La fiesta de Salobreña. Rubiales sostuvo en su día que no había tenido «ni una semana tranquila» desde que se convirtió en presidente de la RFEF y él mismo afirmó tener 25 querellas. «Quieren acabar conmigo», dijo. Fue denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción por su propio tío y ex jefe de gabinete, Juan Rubiales, acusado de un presunto desvío de dinero federativo para pagar varias orgías con amigos en la localidad granadina de Salobreña. Se manejaba bien en los escándalos y, hasta ahora, ha sabido sortear la polémica mientras hacía crecer de forma exponencial sus ingresos anuales. Además, recibía 3.100 euros mensuales de la federación para el alquiler de un ático, aunque la normativa solo permite costearlo si el presidente procedía de fuera da Madrid. No era el caso. Y no solo eso, en unos audios filtrados, no se cortaba a la hora de realizar comentarios despectivos hacia los equipos que reconocía que peor le caían: el Sevilla, Valencia, Villarreal y Atlético de Madrid.

Espionaje

Grabaciones clandestinas. Luis Rubiales también grabó conversaciones privadas con altos cargos del Gobierno de Pedro Sánchez. A pesar de que tildó la información de falsa, El Confidencial publicó que era una actividad que realizaba desde el 2018. También, en su guerra contra Javier Tebas, su principal enemigo, reveló que «usó al exfutbolista del Real Madrid Fernando Sanz como su garganta profunda dentro de LaLiga».

Viajes

A Nueva York con una amiga. El escándalo recibió el nombre de «Supercopa Files». La jueza  solicitó información sobre un presunto viaje que realizó en otoño del 2018 a Nueva York junto a una pintora mexicana, costeado con fondos de la federación.