Pablo Castrillo corona Manzaneda y logra la primera victoria española

Emocionante victoria de Pablo Castrillo en Manzaneda Santi M. Amil

El pelotón de la Vuelta a España amaneció con la triste noticia del fallecimiento de Manolo Azcona, que llevó al profesionalismo a muchos ciclistas, entre ellos a los del Kern Pharma, cuya estructura fundó y de la que fue presidente. Pablo Castrillo, uno de sus pupilos, ascendió en solitario hacia la meta tirando en los kilómetros más tortuosos de la rampa final de Cabeza de Manzaneda para alzarse con la primera victoria española y de un equipo de categoría Continental en la ronda. Era su cuarta fuga en esta edición y la primera victoria de etapa para el deportista de Jaca, después de ir escapado en un grupo de diez durante más de cien kilómetros.

La historia de la duodécima jornada de la Vuelta a España estuvo en ese final dedicado, porque en el pelotón se lo tomaron como un día de calma chicha, de vigilancia más que de acción. Y lo que era la etapa más corta se rodó a un ritmo lento de lo esperado, si bien el inicio fue frenético. La etapa comenzó muy rápida y con numerosos ataques. Nueve corredores iniciaron una fuga que no parecía que fuera a ser la definitiva, con más de cien kilómetros por delante. Sin embargo lo fue. Marc Soler, Louis Meintjes, Óscar Rodríguez o Harold Tejada (Astana) —el único que podía contar para la clasificación general, pero muy alejado del podio— estaban en ese primer grupo, al que solo consiguió sumarse Narváez.

En un recorrido de continuos sube y baja y con repechos agotadores, esa fuga se consolidó, sin que el pelotón hiciera demasiados esfuerzos por controlarla, aunque el ourensano Carlos Canal fue tirando durante un tramo. El grupo de líder O´Connor ni siquiera tenía un embajador en la escapada. Los equipos que pelean por el triunfo final rodaban agrupados, sin arriesgarse ni un ápice.

La amenaza de tormentas no se cumplió y el pelotón pudo tener una etapa tranquila en el asfalto ourensano. No hubo incidencias, salvo el abandono del líder del Groupama Kévin Geniets. Ni el largo y duro repecho entre Luíntra y el alto de Caxide hizo mella y el grupo de cabeza, en el que iban Pablo Castrillo o el madrileño Carlos Verona (Lidl Trek), seguía con más de siete minutos y medio de ventaja. El paso por el esprint intermedio de Sas de Penelas, bajando de Castro Caldelas a Trives, tampoco aclaró demasiado. Los puntos fueron para Vansevenant.

Ourense disfruta de la salida de la Vuelta a España

Sara Jiménez, M. R.

Quedaba por ver lo que sucedería en la ascensión a Cabeza de Manzaneda, en una etapa monopuerto de aparente calma chicha y mucho desgaste. Los movimientos se produjeron solo en el grupo de cabeza. Los fugados se fueron alternando en los ataques. Lo intentó primero Verona y un par de veces Marc Soler con Harold Tejada abriendo un hueco con los perseguidores. Castrillo sacó fuerza moral con el homenaje que quería rendir a Azcona y pedaleó mirando hacia atrás. Max Pool venía apretando, pero el oscense aprovechó un llano para rematar la faena y lograr una victoria muy especial.