Después de conseguir un nuevo hito en la historia del club con esa primera victoria en la Liga Endesa a domicilio el pasado fin de semana en Lérida, seguro que el cuerpo técnico ha puesto encima de la mesa el siguiente reto: el de enlazar dos victorias seguidas.
Enfrente, el Baxi Manresa, un equipo muy del estilo de su entrenador, el ourensano Diego Ocampo, al que vimos el año pasado con Tizona Burgos (el Leyma le ganó los dos encuentros). Se trata de un conjunto muy físico, al que le gusta presionar en todo el campo, hacer dos contra uno, muchas acciones de esfuerzo, rotaciones constantes, consiguiendo con ello ser el equipo que más posesiones utiliza en 40 minutos de toda la liga, con un dato muy llamativo, casi 40 rebotes de media por encuentro, que es muchísimo. Aquí es donde empezará la primera de las batallas: dominar el rebote. Ser capaz de provocar errores en su juego, aumentando sus pérdidas y, sobre todo, reducir nuestros errores no forzados, hará mover la balanza. Se enfrentan dos equipos que están haciendo un juego atrevido, posiblemente se llegue a un final igualado y, como pasó en Lérida, se decida en la serenidad de quien mejor juegue estos últimos minutos del encuentro.
Alston Jr, Cameron Hunt, Mario Saint Supery y el incansable Dani Pérez son la columna vertebral de este Baxi que está sorprendiendo en este inicio liguero con un balance de 5-4 a pesar de bajar su rendimiento fuera de casa, pues no ha conseguido ganar aún ningún partido como visitante, aun cuado ya jugó en Gerona y en Lérida. Un equipo que se refugia en el colectivo.
A nivel individual, debemos fijarnos en el emparejamiento entre los dos 4 que están siendo referencias ofensivas en su equipo: Alston Jr., hijo del mítico Derrick Alston, que ganó la liga con Manresa en 1998 y de Trey Thompkins, que viene de ser el MVP de la pasada jornada. Aunque, bajo mi punto de vista, nuestro complemento en esa posición lo tenemos mucho mejor cubierto con Beqa. También debemos poner un ojo en Brandon Taylor, que viene de hacer su mejor partido como naranja, con unos guarismos altos, tanto en anotación (18) como en asistencias (15), que ante su exequipo seguro que querrá demostrar cosas. Ese equilibrio mostrado entre asistir y anotar se antoja clave en todas las victorias cosechadas en el Leyma.
Desde aquí, quiero hacer un llamamiento a la afición, pues se necesita ver un Coliseum lleno. Será uno de esos partidos que se precisará del máximo apoyo de toda la grada, ser ese sexto hombre que reclamaba Thompkins al finalizar el encuentro de Lérida.