
«Siempre he pasado por la vida intentando demostrar que la gente está equivocada. Desde pequeña me dijeron que no podía jugar», dice la portera, que tiene dificultades con la percepción de la profundidad
26 jul 2025 . Actualizado a las 20:30 h.La sombra de Mary Earps en Inglaterra es muy alargada. Pero ese vacío que dejó la mítica portera lo ha rellenado una joven Hannah Hampton (Birmingham, 2000) que ya fue campeona de Europa en el 2022. «Siempre he pasado por la vida intentando demostrar que la gente está equivocada. Desde pequeña me dijeron que no podía jugar al fútbol, que no era una profesión a la que pudiese dedicarme». Y ahí está.
No había cumplido los cuatro años y ya había pasado por quirófano tres veces para intentar corregir su visión —estrabismo—. Pero aún hoy tiene dificultades con la percepción de la profundidad. «Si no agarro el vaso con una mano y la botella con la otra, no soy capaz de rellenarlo. Lo tiro todo», reconoció en la BBC. En un puesto de tanta responsabilidad como es el de la portería, Hampton no es capaz de juzgar las distancias.
Pero nadie se imagina estas limitaciones cuando la ve. Indiscutible con el Chelsea, se hizo con la titularidad de Inglaterra poco antes de esta Eurocopa. En Suiza solo ha encajado seis tantos, todos ellos desde dentro del área (recibe 1,2 y salva 2,6 por partido), y ha hecho 13 paradas.
Delantera del Villarreal
Sin embargo, la heredera de Earps comenzó en el fútbol lejos de Inglaterra y lejos de la portería. Con cinco años su familia se trasladó a un pueblo de Castellón. Hannah dio sus primeros pasos en el Villarreal, donde estuvo cinco temporadas. Y lo hizo como delantera.
Cuando regresó a Gran Bretaña accedió a la cantera del Stoke City, donde se mudó a su posición actual. «Nuestra portera se lesionó durante un calentamiento y alguien tenía que ponerse. Y yo levanté la mano». Poco después el Birmingham puso sus ojos sobre ella. Debutó como profesional en el 2017 y, cuatro años después, fichó por el Aston Villa antes de dar su salto definitivo al Chelsea.