España, que se ha consolidado como una de las mejores selecciones, es muy favorita en el grupo. Se trata de un equipo que tiene todo definido y todo va encajando. ¿Por qué? Porque los jugadores asimilan bien el sistema y la estrategia y, al final, esta es una selección muy potente, con grandes individualidades y un colectivo muy fuerte. El equipo está preparado para jugar, defender y atacar en campo contrario, y llevar siempre la iniciativa, siempre ser protagonistas.
Rodri marca la diferencia —aunque habrá que ver cómo llega—; Nico y Lamine son los dueños de las bandas; y Pedri les acompaña con mucha movilidad. Estos jugadores marcan la diferencia, sin olvidarnos de Huijsen y compañía. Es una selección compensada a todos los niveles.
Lamine Yamal está demostrando que opta a muchos premios. Marca muchísimo las diferencias, sobre todo en el desequilibrio. Por banda domina muchos aspectos del juego, tiene gol, tiene último pase, tiene regate —no solo para uno, sino para tres o cuarto rivales—, tiene tiro desde fuera del área... Es muy completo. Más que Nico Williams que, pese a ser igualmente un jugador muy desequilibrante, Lamine está uno o dos puntos por delante.
Las posiciones de Rodri y Carvajal son muy importantes para la selección. El centrocampista, estando bien, es el mejor jugador del mundo en su puesto. Los dos necesitan minutos, confianza... Y con la selección van ganando en ambos aspectos.
Los jugadores de esta España nunca se van a relajar. Da igual el rival, en este caso Bulgaria, o si están dos o tres goles por delante. Esta selección sigue creciendo. Se trata de gente joven con mucha hambre y que quiere demostrar grandes cosas. De la Fuente ha sabido hacer un grupo y ha tenido suerte, porque los jugadores también han crecido en sus respectivos equipos. Hoy en día podemos esperar cualquier cosa de la selección. Tiene boletos para llegar a lo más alto. Es verdad que no se puede relajar contra Bulgaria, pero existe mucha diferencia entre ambos combinados. No solo destaca un once en España, hay muchos más jugadores que están esperando a demostrar. Y, si alguien falla, hay relevo.