Velis Nolis abrirá una vermutería en las galerías de la calle Don Nicolás

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Miguel Souto

El restaurante estradense inaugurará su segundo local en el mes de marzo

13 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El paraíso del vermú está en A Estrada. El chef de origen catalán Jaume García lleva más de dos décadas ejerciendo de embajador de esta bebida en el municipio y, a fuerza de recomendaciones a los clientes y de ir ampliando su peso en la carta del restaurante Velis Nolis, ha creado una cantera de devotos que piden más cada día. Para ellos y para todos los adictos al vermú, el empresario tiene una buena noticia: la apertura de una vermutería en las galerías de la calle Don Nicolás. En las mismas galerías donde Jaume García tiene desde hace siete años su restaurante, en un local nuevo e independiente en el que antaño hubo un cíber, el chef abrirá la primera vermutería de la comarca. Las obras de acondicionamiento del bajo ya han comenzado y, si todo va bien, la apertura del nuevo local será en el mes de marzo.

El local contará con una barra de servicio y tendrá capacidad para una veintena de personas. Funcionará como vermutería y contará también con una pizarra de tapas y pinchos fríos, como gildas o conservas. No obstante, también se servirán raciones de fideuá y otras especialidades cocinadas en el restaurante Velis Nolis, situado apenas unos metros más allá.

El nuevo local servirá además de apoyo espacial al restaurante en las horas punta. El reducido espacio del restaurante —con capacidad para unas 18 o 20 personas— se queda escaso muchas veces a la hora del almuerzo o la cena. Especialmente en invierno, cuando el pasillo que se utiliza como terraza interior resulta más frío y menos confortable. Hasta la fecha el problema se solucionaba con grandes estufas que la nueva legislación ha prohibido ahora incluso en grandes espacios al aire libre.

 

Doscientos tipos de vermú con precios que oscilan entre los 1,8 y los 8 euros por copa

Cuando Jaume García abrió su primer local en A Estrada decidió apostar por el vermú. Entonces en el municipio se servía poco más que Martini. «Aquí había cerveza o sidra de grifo, pero vermú no se veía. Nosotros pusimos un grifo de Yzaguirre y lo regalábamos para que la gente se animara a probarlo», recuerda el hostelero.

Veinticinco años después, el restaurante Velis Nolis cuenta con doscientos tipos distintos de vermús y una buena cartera de clientes que cumplen semanalmente con el rito del vermú o que le han encontrado el punto a tomarlo como acompañamiento del almuerzo o la cena. 

Devoción catalana

«En Cataluña, el vermú antes de comer es una devoción. Se toma con chips, aceitunas o berberechos en conserva y es un rito», explica Jaume García.

En A Estrada también se ha revalorizado la religión del vermú, que tiene en el Velis Nolis su templo. En el restaurante hay vermús para todos los gustos y para todos los bolsillos. Los hay tintos, blancos y rosados, más o menos amargos y de distintos puntos de la geografía, como Cataluña, Madrid, País Vasco, Asturias, Galicia, Francia o Italia, donde nació el vermú moderno en 1786, de la mano de Antonio Benedetto Carpano. La bebida ya se había inventado en el siglo XV pero, como muchas, con fines medicinales.

La base del vermú es el vino. «Antiguamente se hacía para aprovechar el vino que quedaba en las cubas cuando era preciso vaciarlas para reutilizarlas, pero hoy hay una cultura del vermú impresionante. Todas las bodegas hacen vermú. Incluso la marca de ginebra Seagram’s tiene el suyo», explica Jaume García. En Galicia también hay muchas bodegas que se han apuntado a la moda. En el Velis Nolis se ofrecen hasta 25 marcas gallegas. 

Para todos los gustos

Los vermús catalanes Padró, Dos Déus y Miró y los madrileños Zarro o Domingo están entre los favoritos de Jaume García, que advierte que la colección de sabores es casi interminable. Va de los más amargos a los más dulces, pasando por los que tienen un ligero sabor ajerezado por fabricarse utilizando barricas de jerez o los que tienen un toque ahumado.

En cuanto a precios, hay vermús para todos los bolsillos. En el restaurante Velis Nolis el más barato cuesta 1,80 euros la copa (10 centilitros) y el más caro alcanza los 8 euros.

El 25 aniversario del restaurante y una galería comercial que renace

Jaume García Monteagudo (Barcelona, 1966) es un catalán de pura cepa que vive feliz en A Estrada. «En Barcelona tenía mucho estrés. Aquí vivo mucho más tranquilo», dice. Jaume García estudió cinco años en la Escuela de Hostelería de San Narciso, en Girona, y completó su formación con dos másters en pastelería en la Escuela Arnadí. Su carrera profesional arrancó en Barcelona, donde trabajó en Ca La Mariona —un restaurante frecuentado por las infantas y por jugadores de fútbol y políticos de alto nivel— y en el restaurante Reno, con una estrella Michelín en la década de los 90.

A Galicia llegó siguiendo los pasos de su hermana, que había formado familia en Moraña. «Desde el 82 yo venía por aquí de vacaciones y a ver a los sobrinos», cuenta. En uno de aquellos viajes coincidió con Sergio González, que tenía un bar en Moraña, y en el 2001 abrieron juntos el primer Velis Nolis, en la calle Antón Losada. «Llevo 40 años de profesión y 25 en A Estrada, así que esto se merece una fiestecita en verano», avanza.

Después, Sergio y Jaume separaron sus caminos profesionales y Jaume abrió un pequeño local en la calle Serafín Pazo que luego trasladó a las galerías de la calle Don Nicolás, en las que ahora lleva siete años.

A punto de abrir su segundo local en las galerías, el chef está feliz del renacer que vive este barrio. En las galerías hay ahora siete locales funcionando que están llenando de vida la zona: Peluquería Carlos Moimenta, Biomedic, Peluquería Merchy, Peluquería Verónica Pazos, el café O San Paio, Dona Formiguinha y Velis Nolis. En un mes, la vermutería se sumará al listado.