
El presidente del club que reservó no quería «tener de uñas» al equipo
30 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El restaurante estradense O Xulia sufrió este fin de semana una cancelación de última hora que irritó especialmente a los propietarios por tratarse de una reserva realizada por el representante de un club deportivo y por el motivo aducido para renunciar al almuerzo.
Según explica la responsable del establecimiento, Andrea Villar, el presidente del Club Voleibol Bruxas (Ames), Fernando Lizuain Calvo, llamó por teléfono al restaurante el viernes alrededor de las diez de la noche para hacer una reserva para 14 personas para el día siguiente a la una de la tarde. La empresaria le comentó que, debido al escaso margen de tiempo, las opciones de menú eran limitadas y le ofreció dos platos concretos que el cliente aceptó, cerrando la reserva para el día siguiente. Sin embargo, el sábado por la mañana el cliente volvió a llamar para cancelar explicando que dos de las jugadoras eran veganas y que el resto de las deportistas tampoco querían tomar el menú acordado, que constaba de dos platos que incluían carne. «Nós cando se contrata con antelación podemos facer o menú que se queira, pero así na hora a cousa é máis limitada. Eles aceptaron e despois avisaron ás dez da mañá, tres horas antes do xantar, e dixeron que había dúas rapazas veganas. Ofrecinlle ensaladas para elas, pero o presidente dixo que as outras tampouco querían ese menú. Non sei ata que punto foron as rapazas ou se o presidente as puxo como desculpa porque á última hora non lles apeteceu vir», comenta.
La empresaria cuenta que, normalmente, cuando hay reservas de grupo de gente que no conoce, suele pedir una señal. «Esta vez non o fixen porque hai quince días veu outro clube de voleibol e quedei encantada. Viñeron varios grupos polas competicións que estaba habendo na Estrada e confieime», cuenta. «A Estrada ten moita actividade deportiva que nos beneficia a todos. Temos tido reservas de clubes de taekwondo, de bádminton… e nunca ata agora houbo ningún problema, pero isto parécenos unha falta de respeto cara o noso traballo que non podemos deixar pasar», comenta. «Atopámonos coa mercancía mercada e o menú a medio preparar, co problema que iso supón para un local de hostelería. Consideramos que o xeito de proceder non foi o correcto e por iso decidimos contalo de maneira pública porque non queremos que volva a ocorrer», explica.
Por suerte, el restaurante pudo compensar la cancelación gracias a la comprensión de las familias de los jugadores de otros clubes. «Comenteillo a persoas doutros clubes que estiveran aquí hai quince días para pedirlles o teléfono da Federación para comprobar se realmente a persoa que fixera a reserva era dese clube como dicía. Xuntáronse dez pais que estaban aquí na Estrada de espectadores e viñeron comer. Afortunadamente, segue habendo xente que comprende o noso traballo», cuenta.
Por su parte, el presidente del Club Voleibol Bruxas reconoció la cancelación, pero le restó importancia. «Llamé la víspera y solo me dio una opción de menú. Es cierto que lo acepté, pero en el entreno de la noche se lo pasé a las jugadoras y dos que son veganas que dijeron que no y al resto tampoco les gustaba. Llamé ya por la mañana para decir que no. Entiendo que le haya parecido mal, pero eran platos para los que no había tenido que comprar nada especial ni requerían una preparación horas antes. Yo me disculpé, pero, honestamente, las chicas se jugaban la final por la tarde y no puedes obligarlas a comer algo que no les guste y tenerlas de uñas. Nosotros no viajamos mucho. Es la primera vez que comíamos fuera este año y no sabía que eran veganas. Siento mucho que la empresaria esté enfadada, pero, honestamente, no tengo qué hacerle. Yo tengo que mirar por mis jugadoras», dice.