Kim Llobet, responsable de la Oficina de Atención al Consumidor de A Estrada: «Como consumidor hay que ir súper despierto porque los timos crecen»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Adrián Freiría

La técnica dice que solo un 4% de los casos denunciados son irresolubles

16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La inventiva de los timadores no conoce límites y el imparable avance del mundo digital multiplica las opciones de engaño. En el Día Mundial de los Derechos de la Persona Consumidora, la responsable de la Oficina de Atención al Consumidor de A Estrada, Kim Llobet, recomienda mantener los ojos bien abiertos. Llobet, que lleva once años al frente del servicio local y de la Federación Galega Euroconsumo, habla con conocimiento de causa.

—¿Cuántas quejas se registran al año en la oficina estradense?

—El año pasado atendimos unas trescientas consultas que se tradujeron en ochenta reclamaciones a empresas. La mitad de los casos se resolvieron ahí y otros cuarenta acabaron con denuncias ante el Instituto Galego de Consumo (IGC). El primer paso siempre ha de ser una reclamación personal en el comercio, pidiendo la hoja de reclamaciones o a través de los nuevos códigos QR que se están implementando. Si en 20 días o un mes no resuelven o no contestan es cuando se pasa a la siguiente fase.

—¿Cómo funcionan las hojas de reclamaciones y los códigos QR?

—Todo comercio tiene la obligación de tener la hoja de reclamaciones y de sellarla, esté de acuerdo o no con la queja. Incluso tienen que atenderte en cualquier oficina de la empresa aunque el problema no se haya generado en esa oficina específicamente. Es importante que se sepa. La empresa tiene que darle además al cliente una copia de la hoja para él y otra para la oficina. Desde hace un año más o menos el IGC está implantando los códigos QR que sustituyen a las hojas de reclamaciones. Escaneándolos ya salen todos los datos del establecimiento, con lo que el cliente puede presentar su queja sin necesidad de pedirle las hojas al empresario. Hay unas 200 empresas pequeñas en toda Galicia que ya tienen el código QR. En A Estrada, de momento, no hay ninguna. Pero todo se andará.

—¿Cuáles son las consultas más frecuentes que llegan a la oficina?

—Desgraciadamente, las más frecuentes siempre tienen que ver con el suministro eléctrico o telefónico. También son habituales las quejas por productos financieros, seguros o talleres. Y hay que tener cuidado con las suplantaciones de identidad, que cada día son más frecuentes. La ley de protección de datos para unas cosas es muy rimbombante y para otras no sirve para nada. Es muy fácil conseguir nuestros datos. A veces los damos nosotros mismos sin darnos cuenta, para inscribirnos en cualquier iniciativa on line. Después, cualquiera puede contratar un préstamo por teléfono o por Internet a nuestro nombre y nos enteramos cuando llegan los cargos.

—Los timos por WhatsApp también están a la orden del día...

—Cada vez son más frecuentes. Los hay en todos los formatos. Te puede llegar un WhatsApp presuntamente de la DGT recordándote que tienes una multa y facilitándote un enlace para que pagues con reducción, o de la Agencia Tributaria pidiéndote datos adicionales para la declaración de la renta o de Correos para que pagues 1,5 euros para recoger un paquete. En el fragor de nuestras 24 horas, que no nos llegan a nada, muchas veces actuamos por impulso para solucionar el problema en el momento. Te mandan un link y, si entras, estás muerto. Hasta mandan WhatsApps en nombre de supuestos hijos en apuros a los que les robaron el móvil. Los técnicos de las oficinas estamos siempre en formación continua pero vamos siempre a la zaga.

—¿Qué debe hacer el consumidor?

—Como consumidor hay que ir súper despierto porque los timos no paran de crecer. Cada día salen cosas nuevas. Tenemos que educarnos y asistir a las charlas sobre la factura eléctrica, los productos bancarios, el comercio electrónico. Es importante hacer los deberes en cuanto a derechos y obligaciones. Guardar cinco años el contrato del móvil, por ejemplo. Casi nadie lo hace.

—¿Suelen solucionarse satisfactoriamente las quejas?

—Las que tienen razón, sí. Solo hay un 4% más o menos que no encuentran solución por falta de documentación o porque no es competencia de Consumo. Las quejas sobre el transporte, por ejemplo. Tenemos muchas de Monbus por impuntualidad pero ahí si la empresa no soluciona hay que denunciar en el departamento de Mobilidade. O las de los seguros, que han de dirigirse a la Dirección General de Seguros. Pero si no se encuentra solución, siempre se puede recurrir a la vía judicial. Cuando la reclamación no llega a los 2.000 euros, el cliente tiene derecho a asistencia jurídica gratuita.

—¿Cómo se puede contactar con la oficina estradense de atención al consumidor?

—Atendemos de lunes a viernes de 10.30 a 13.30 horas. Si se quiere una cita presencial, se puede solicitar llamando al número de teléfono 986 573 113. o enviando un correo a of.consumo.estrada@gmail.com. Además, todos los lunes sobre las 11.10 tenemos un espacio sobre Consumo en Radio Estrada que lleva seis años en antena ofreciendo información y consejos.