La empresa vinícola Cavas Hill lanzará al mercado un vino blanco y otro tinto en un moderno envase de 25 centilitros parecido a las latas de bebida energética.
11 ago 2007 . Actualizado a las 15:50 h.La empresa vinícola Cavas Hill, situada en la comarca del Penedès y perteneciente al grupo jerezano Garvey, será la primera empresa en comercializar, a partir del próximo mes de septiembre, sus caldos envasados en lata de aluminio.
Según ha explicado a Efe el director de Trade-Marketing del grupo Garvey, Luis de León, se lanzarán al mercado un vino blanco y otro tinto en un moderno envase de 25 centilitros con una forma parecida a las latas de bebida energética.
El responsable del proyecto ha explicado que el producto se empezará a distribuir en grandes superficies de alimentación, restaurantes de autoservicio, hoteles y, sobre todo, en compañías de transporte ferroviario, cruceros y aerolíneas.
De León ha manifestado que el proyecto del grupo propiedad de la familia Ruiz-Mateos es lanzar una primera partida de 300.000 latas a un precio de venta al público (PVP) alrededor de los 80 céntimos de euro por cada unidad, aunque la dirección del grupo jerezano se ha mostrado confiada en que para Navidades se pueda ofrecer un segunda remesa de producto.
El formato de 25 centilitros pretende hacer atrayente el producto a un público joven gracias a su diseño novedoso y al volumen de líquido, equivalente a dos copas de vino, lo que garantiza no sobrepasar los riesgos de la alcoholemia, fomentando el consumo responsable, a juicio de los impulsores del proyecto.
Además, el hecho de que el recipiente sea apilable en alturas y con un coste de producción sensiblemente menor al de las botellas de cristal de 17,5 centilitros -que asciende a aproximadamente 1,80 euros por envase- también resulta una ventaja comparativa importante respecto a la competencia directa.
Desde el grupo Bodegas Garvey, perteneciente al conglomerado empresarial Nueva Rumasa de la familia Ruiz-Mateos, se ha asegurado que el recipiente es hermético y está revestido interiormente de un material que preserva todas sus características organolépticas originales, por lo que no se alterarán ni el color, ni el sabor, ni el olor, ni la textura de los vinos.
Mediante el proceso de envasado en aluminio se sustituye el oxígeno presente dentro de la lata por nitrógeno, un gas inerte que no interactúa con el líquido.
Los responsables del producto han asegurado que la lata no variará el sabor tradicional del vino, como sí sucede, por ejemplo, en el caso de algunos refrescos, ya que el líquido no tiene burbujas de gas carbónico.
Las bodegas catalanas, situadas en la localidad de Moja (Barcelona), han optado por presentar vinos jóvenes y frescos, ya que éstos no requieren madurar en botella, pero han asegurado que los caldos van a ser de calidad «y tenemos aspiraciones de estar en las guías oficiales del sector», en palabras del director de Trade-Marketing del grupo, aunque ha precisado que los vinos no pertenecerán a la Denominación de Origen Penedès.
Así, el vino blanco envasado en lata procederá de la variedad de uva sauvignon blanco y tendrá un color amarillo pajizo con ribetes verdosos y un aroma fuerte a fruta fresca con notas tropicales, mientras que el tinto estará elaborado con tempranillo y el caldo resultante será de color cereza violáceo y aromas a frutas rojas.
De León ha asegurado que ya se han hecho diferentes pruebas y estudios de mercado en países centroeuropeos y de la zona sudamericana, «con una aceptación muy buena».
La iniciativa del vino en lata ya tiene algunos antecedentes en otros países del mundo, como Argentina, Australia y Estados Unidos, donde la bodega que poseen el director de cine Francis Ford-Coppola y su familia también se lanzó a comercializar sus caldos enlatados.