Portugal se convierte en paraíso fiscal para extranjeros ricos y famosos no residentes

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Tributan al 20 % en el IRPF y no pagan impuestos de patrimonio, de sucesiones ni por donaciones

26 ene 2018 . Actualizado a las 10:16 h.

En Portugal todo el mundo es bienvenido. Y si llega con una buena cartera, mejor. Es más que una cuestión de hospitalidad. Aunque a simple vista el país aplica un tributación similar a la del resto de los territorios de su entorno, el silencioso pero creciente goteo de famosos y dueños de grandes fortunas que se hacen residentes revela la existencia de un atractivo régimen fiscal al que la consultora PwC se refiere como «el secreto fiscal mejor guardado de Europa».

¿Qué es lo que ha llevado a la cantante Madonna, al imán Aga Kahn IV o al actor John Malkovich a instalarse en Portugal? La facilidad para conseguir la residencia o visado dorado (golden visa) es el principal incentivo que muchos millonarios están aprovechando para establecerse en el país vecino. «Si se es ciudadano no comunitario y se inicia una actividad empresarial con al menos un millón de euros de inversión, automáticamente se concede este permiso», explica el despacho de abogados Telles de Abreu, con delegaciones en Lisboa y Oporto. «También se puede conseguir a través de fincas raíz, invirtiendo a partir de 350.000 euros en zonas de rehabilitación urbana, o de 500.000 euros en el resto», aclaran.

Portugueses 183 días al año

Este despacho, que está especializado en el asesoramiento de extranjeros que se quieren establecer en Portugal, constata un creciente número de clientes. «Históricamente, Portugal no ha sido objetivo de inversores internacionales. Sin embargo, en los últimos años, esta tendencia se ha invertido, y presenciamos un aumento cada vez mayor de la búsqueda de oportunidades de inversión por parte de extranjeros. También detectamos un destacado aumento del número de extranjeros que eligen Portugal para establecer su residencia durante todo el año o parte de él», explica Telles de Abreu.

Este interés de ciudadanos comunitarios, y también de fuera de la UE, por Portugal se explica además por un régimen fiscal específico para los residentes no habituales que, en la práctica, se traduce en una exención fiscal aplicable a la gran mayoría de las rentas de origen extranjero.

«Hablamos de la figura fiscal de los residentes no habituales, una categoría tributaria en la que entran todas aquellas personas que se trasladen a Portugal con intención de vivir allí 183 días al año o de comprar una propiedad en la que establecerse a medio plazo», afirma Diego Sánchez de la Cruz, profesor en IE University.

Desde el 2009, este régimen especial permite que los residentes no habituales paguen un tipo único del 20 % sobre todos sus ingresos obtenidos en suelo luso, con independencia del montante alcanzado. «Esto permite que una renta alta pague un tipo similar al que abona una renta baja. Pero esta ventaja es apenas el comienzo. Y es que, además, todos los ingresos percibidos del extranjero están exentos de tributar, de manera que dichas rentas no están sujetas al pago del impuesto sobre la renta», asegura el analista económico.

Una vez adquirida la condición de residente fiscal no habitual, este régimen favorable se mantiene durante un período de 10 años consecutivos.

Fuentes del Ministerio de Finanzas de Portugal explican que las medidas fiscales tienen un objetivo claro: «Mediante la aplicación de un régimen tributario ventajoso sobre el impuesto de las rentas de las personas físicas (IRPF) se pretende fomentar un nuevo espíritu de competitividad en Portugal, con el que se estimule la economía y el tejido empresarial, atrayendo a profesionales no residentes cualificados en actividades de valor añadido, inversores con elevados rendimientos o un patrimonio o poder adquisitivo elevados». 

Estructuras «holding»

Aclara la Administración lusa que la aplicación del régimen no es automática. «Deberá ser solicitada a las autoridades fiscales portuguesas, que decidirán caso por caso, tras un procedimiento de evaluación», dicen fuentes del ministerio.

El abogado Telles Abreu apunta el éxito que está teniendo también el recién creado régimen de participación Exemption: «Prevé que los beneficios y plusvalías no se tengan en cuenta a efectos de determinar el beneficio imponible. Por tanto, Portugal es atractivo también para la creación de estructuras holding».

Hay más alicientes fiscales para el capital extranjero. De entrada, las herencias están exentas de pagar impuestos en la mayoría de los casos contemplados. Pero es que, además, en el sistema fiscal portugués no existen impuestos sobre el patrimonio; y las sucesiones y donaciones están libres de tributación para los herederos (ascendientes y descendientes).

«En la práctica esto se traduce en que basta con permanecer allí durante 183 días para poder recibir una transmisión patrimonial que, en muchos otros países europeos, puede estar sujeta a gravámenes tan elevados que pueden llevar incluso a renunciar a ese legado», explica Diego Sánchez de la Cruz. Eso, por ejemplo, sigue pasando en Galicia.

Bienvenidos a Madeira

Y una última sorpresa. Para impulsar la economía de la isla de Madeira, Portugal ha creado un régimen especial en el impuesto de sociedades que está abierto a los residentes no habituales y que permite tributar al 5 % durante los próximos cuatro años. Aunque la medida se planteó bajo el mando del conservador Passos Coelho, el Gobierno de izquierdas que lo desalojó del poder en el 2015 no lo ha modificado. «Este régimen especial ha causado ampollas en países europeos de impuestos altos, pero permanece inalterado por el consenso político, y por la inteligencia con la que Portugal ha adoptado estas excepciones regulatorias», añade el analista.

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