Recorrido por los centros comerciales de Galicia: ¿es posible darles una segunda vida?

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

El centro comercial Los Rosales de A Coruña experimentó hace unos días el cierre de sus salas de cine
El centro comercial Los Rosales de A Coruña experimentó hace unos días el cierre de sus salas de cine CESAR QUIAN

Grandes apuestas como el Abella de Lugo o el Dolce Vita de A Coruña tuvieron que echar el cierre. Otros espacios intentan capear la fuga de comerciantes dándole una vuelta a la idea original con tiendas «outlet» e incluso actividades de lo más inesperado

13 abr 2023 . Actualizado a las 18:13 h.

Fueron pensados y construidos como grandes apuestas comerciales para poblaciones gallegas de considerable tamaño o incluso para comarcas, pero no todos han sobrevivido. Muchos centros comerciales han cerrado directamente. Otros han tenido que repensar mucho su fórmula. Y es que conjugar alimentación, textil, calzado, oferta de ocio, hostelería, y en muchos casos salas de cine, en el mismo espacio, no siempre ha funcionado. 

A Coruña acaba de sufrir un importante golpe en uno de sus centros comerciales históricos. Tras ver cómo sus negocios iban cerrando casi por goteo con el paso de los años, el pasado 26 de enero la compañía Yelmo abandonaba definitivamente el centro comercial Los Rosales. Una grave pérdida para una ciudad que, en menos de diez años, llegó a acoger un puñado de superficies con este servicio, dispersándose así el público en función de los perfiles y la localización.

Con Marineda City como buque insignia, y con la obra del futuro Breogán Park (el antiguo Dolce Vita) en marcha, otras instalaciones lo están pasando mal. Uno de los ejemplos es Espacio Coruña, que se mantiene a flote en gran medida gracias a un gran supermercado. 

El de A Coruña es el caso más paradigmático, pero los cambios de fórmula para poder resistir se han dado también en otros puntos de la geografía gallega. 

El nombre de Family Park ha sustituido al de Abella en el centro comercial
El nombre de Family Park ha sustituido al de Abella en el centro comercial Manuel Guede

Lugo, la caída del Abella

Fue en el 2015 cuando el centro comercial Abella abrió sus puertas en Lugo. Tras una inversión de 89 millones de euros, el tercer centro comercial de la ciudad se inauguraba con la pretensión de movilizar cada año a tres millones de clientes en un espacio de 81.000 metros cuadrados. Pero las aspiraciones pronto quedaron desfasadas. Un conflicto generado a raíz de las licencias y la falta de clientela hizo que los comercios, locales de hostelería y cines fuesen cayendo como una torre de naipes. En el 2017, cuando ya habían bajado la persiana casi todos los negocios, la promotora del centro lo puso en venta y durante los años siguientes pasaría a manos del Banco Popular, Aliseda y el fondo Blackstone. Desde el 2019, en el complejo comercial solo sobrevivía una hamburguesería con acceso independiente.

Durante años, Abella se mantuvo cerrado a cal y canto y sin pretendientes, hasta que en enero del año pasado el grupo valenciano Family Cash dio el paso y compró todo el complejo comercial. Su plan era gestionar ellos mismos el supermercado, como hacen en sus cerca de 40 establecimientos por toda España, y dejar en manos de una consultora madrileña la responsabilidad de reflotar el resto del centro comercial. El pasado verano el supermercado comenzó a funcionar, pero hasta la fecha nada se sabe del resto del complejo, más allá del cambio de nombre. Lo que antes era Abella, ahora se llama Family Park, pero ni un solo negocio se ha puesto en marcha el el inmueble, más allá del súper, que ocupa la planta baja.

Ambiente en Área Central hace unos días
Ambiente en Área Central hace unos días XOAN A. SOLER

Santiago, un emblema convertido en «outlet»

Santiago cuenta con tres superficies comerciales que funcionan a buen ritmo. El centro comercial Compostela -que integra El Corte Inglés e Hipercor- y As Cancelas mantienen su actividad habitual, más intensa durante los fines de semana, cuando la capital gallega se convierte en el principal punto de referencia para las compras y el ocio de un ámbito en el que residen más de 300.000 personas. El único espacio que ha pasado por dificultades es el más antiguo de los tres, y el primero en iniciar sus operaciones en la ciudad, Área Central. El centro se encuentra ahora en plena fase de reactivación, con su apuesta decidida por ampliar la oferta de establecimientos outlet. La gerencia del centro comercial subraya así su determinación a marcar la diferencia con el resto de la oferta comercial de Santiago. Desde la apertura en 1995 del primer comercio especializado en ese segmento de la venta de artículos a precios rebajados, el de Purificación García, Área Central ha incorporado doce tiendas más y un gimnasio, oferta que se reforzará en las próximas semanas con el inicio de la actividad de al menos dos establecimientos más. Todo con el propósito de continuar recuperando el pulso comercial perdido.

Imagen del 2020 del centro comercial Camelias
Imagen del 2020 del centro comercial Camelias M.MORALEJO

Vigo, de la llegada de Vialia a los problemas de Camelias

En pleno bum por la puesta en marcha de Vialia (que ya tiene fecha de apertura para Cortefiel, Women's Secret o Springfield), el centro comercial Camelias sigue a medio gas. El motivo: el cierre del establecimiento de Zara, que era uno de sus principales atractivos. Con anterioridad ya habían dejado de atender al público otras tiendas de Inditex, como Bershka, Massimo Dutti o Pull and Bear, lo que ya supuso un déficit de interés para muchos vigueses. 

Este espacio comercial dispone de 12.000 metros cuadrados repartidos por tres plantas y fue inaugurado en 1994. La nueva gerencia del centro comercial trata ahora de reflotarlo. El pasado mes de marzo legaban las buenas noticias porque se instalaban allí nuevos negocios. Ambos regentados por mujeres, dan una nueva vida a este espacio a los pies del monumento de la plaza América. En solo seis meses han abierto cinco tiendas de diferentes estilos: desde el mundo del manga japonés a la moda vintage o la cosmética artesanal.

Imagen del Porta Nova de Ferrol en el 2020
Imagen del Porta Nova de Ferrol en el 2020 JOSE PARDO

Ferrol, nueva vida para el Porta Nova

En 1995 abría sus puertas el primer centro comercial de Ferrol, Porta Nova, una gran superficie con 7.500 metros cuadrados donde llegaron a funcionar más de una veintena de comercios y negocios a la vez. Un foco de actividad que casi dos décadas más tarde está prácticamente desierto. En el espacio, ubicado en el barrio del Ensanche, desde hace un lustro solo sobrevive un supermercado y una óptica. Más de una veintena de locales están cerrados sin actividad. Al igual que su aparcamiento, cerrado por un caso judicializado.

Tras el declive de Porta Nova en la última década, su futuro podría pasar por un sector muy diferente: ser un motor de empleo provincial albergando la futura nueva oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este proyecto fue anunciado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el pasado verano. La también ministra de Trabajo expresaba la intención de su cartera de crear la sede número 712 de las existentes. Y entonces el gobierno local proponía el centro comercial como una gran opción para albergar esta oficina como una medida para revitalizar el espacio. Además, su labor podría ir muy estrechamente ligada a otro proyecto que se plantea para el centro comercial, la creación de un coworking provincial. Desde el Concello explican que ha habido avances en cuanto a la nueva oficina del SEPE con la visita de representantes de la administración del Estado para ver las instalaciones.

En total, Porta Nova cuenta con 24 locales vacíos y una terraza en la planta superior, que ha sido objeto de varios actos vandálicos. Desde entonces se han construido otros centros comerciales, tanto en la ciudad, Parque Ferrol, como en Narón, Odeón, donde también se ubica el Centro Comercial Narón y Comcor, todos con mejor suerte.

Pontevedra, la ciudad sin centros comerciales

De Pontevedra se puede decir que es la ciudad sin centros comerciales. Se trata de una decisión política. El Gobierno local frenó su implantación para así no perjudicar al comercio local.

Solo hay una gran superficie en el término municipal, el centro comercial Pontevedra -conocido como Carrefour de Salcedo- en la que reina el hipermercado y los pocos locales con los que comparte espacio están completos.

Al otro lado del Lérez, ya en Poio, se encuentra el centro comercial A Barca. Tiene una superficie más grande que el de Pontevedra, pero siguen siendo unas instalaciones pequeñas. Allí también hay un gran supermercado. Eso sí, en su entorno algunos locales están cerrados.

Sobreviviendo en la Costa da Morte

En la Costa da Morte hay un área comercial de referencia desde el año 2002. Se trata del centro comercial Bergantiños, que se encuentra en Carballo. En las instalaciones hay varias tiendas y locales de hostelería cerrados. Eso sí, aunque el edificio ha vivido momentos mejores, la instalación mantiene los cines, un gran supermercado con mucha actividad, y varias tiendas, desde ropa y calzado a parafarmacia. Alguno de los locales se mantiene abierto desde su apertura. 

Carballo sumará en los próximos meses otro complejo comercial, que se encuentra en obras. Es el parque comercial y de ocio de A Revolta. Compañías como McDonald's o Mercadona tienen confirmada su presencia. Mientras avanzan las obras, las empresas involucradas buscan 200 trabajadores

Imagen de archivo del centro comercial de Cee
Imagen de archivo del centro comercial de Cee JOSE MANUEL CASAL

En el 2003 se inauguraba en otra de las grandes poblaciones de la zona, en Cee, el centro comercial Finisterrae. A día de hoy, el edificio tiene varias tiendas cerradas en el piso superior. Y es que muchos de esos establecimientos sufrieron las consecuencias del cierre de la tienda de ropa infantil que tenía Inditex en la superficie. En la planta baja se mantiene la actividad e incluso hay establecimientos de hostelería y un gran supermercado. El Finisterrae llevó en su día a este punto de la Costa da Morte la primera multisala de cine, que sigue en funcionamiento. 

Imagen del Pontiñas en el 2021 con locales a la espera de ser alquilados
Imagen del Pontiñas en el 2021 con locales a la espera de ser alquilados E CUIÑA

Deza, un cambio de uso para rebosar

El centro comercial más al uso de esta comarca es el Pontiñas, ubicado en Lalín. Allí tienen grandes motores como un hipermercados, una tienda outlet, algunas más de confección, hogar, decoración, calzado y complementos, pero sigue contando con locales vacíos. En los últimos años, el área más perjudicada fue la zona de ocio tras el cierre del cine Filmax. El cierre tuvo su efecto en el ocio y apenas queda oferta hostelera.

En las zonas vacías, el centro comercial apuesta por reinventarse. Por ejemplo, cada domingo en uno de los locales con más metros de la zona de ocio empiezan unas sesiones de baile con música en directo para mayores en colaboración con el Concello, que tienen como objetivo revitalizar esa parte de las instalaciones y, de paso, ofrecer una alternativa de ocio. Por el momento lo están consiguiendo porque un gran número de personas se dan cita cada fin de semana con esta cita musical. 

La otra gran área de la zona es el centro comercial Deza, que tiene como protagonista un hipermercado con algunos espacios comerciales. Lo cierto es que los locales no llegaron a estar llenos y que a día de hoy es son un bazar chino y una gran tienda de ropa china los que copan parte del espacio.

Información elaborada con la aportación de: Jorge Lamas, Serafín Lorenzo, Serxio Barral, Rocío Ramos, Carla Elías, Lorena García Calvo, Laura G. del Valle y Cristina Viu.