El colmo del mercado inmobiliario: comprar la nuda propiedad de un piso por 50.000 euros a un usufructuario de solo 52 años

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

ECONOMÍA

Imagen de un bloque de viviendas
Imagen de un bloque de viviendas Brais Lorenzo | EFE

La oferta es para un piso sin ascensor de 70 metros cuadrados ubicado en la tercera planta de un edificio de 1970 del barrio madrileño de Pueblo Nuevo. La fórmula de la nuda propiedad (derecho sobre la vivienda, pero no su disfrute) es habitual en personas mayores para completar su pensión, no en casos de gente tan joven

02 oct 2024 . Actualizado a las 09:17 h.

En tan solo un año, los precios de las viviendas han subido según la Sociedad de Tasación en un 3,6 % de media en España. Hay, sin embargo, zonas más «tensionadas» que otras. Las provincias de Málaga y Valencia rondan el 6 % de subida en los últimos 12 meses y Madrid sigue siendo el lugar más inaccesible para los compradores. Un piso allí se va hasta los 3.000 euros por metro cuadrado. Las dificultades para adquirir un inmueble por un lado, y la necesidad de los propietarios de cierta edad de complementar sus ingresos en la vejez, han hecho crecer en los últimos años la fórmula de venta conocida como nuda propiedad. Quien compra tiene la propiedad del bien, pero no derecho a su uso y disfrute. Quien vende, el usufructuario, utilizará el inmueble mientras viva. Solo una vez extinguido el derecho de usufructo puede el comprador «entrar» en la vivienda.

En La Voz de Galicia el pasado abril contamos cómo este método de compra no ha dejado de crecer en los últimos 9 años, marcando ahora el mayor número de operaciones, casi 2.000 anuales. Hace un año poníamos el ejemplo habitual de este tipo de operaciones inmobiliarias. La propietaria, de 94 años, vendía su piso en una de las principales arterias de A Coruña, la Ronda de Outeiro, por 85.000 euros. La gente mayor recurre a este tipo de soluciones no solo para completar sus pensiones, también para ahorrarse problemas con las herencias. Siempre es más fácil dar dinero que verse con una propiedad a repartir entre varias personas que tienen además que ponerse de acuerdo entre ellas.

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Oferta polémica

Una oferta inmobiliaria publicada recientemente bajo la fórmula de la nuda propiedad llama sin embargo la atención porque demuestra la precariedad de un mercado inmobiliario en el que viviendas de características modestas se ofertan por un valor desorbitado. En este caso se trata de la nuda propiedad de un piso de 70 metros cuadrados en Madrid por 50.000 euros. Según los datos del anuncio en Idealista, hablamos de un tercero sin ascensor en un edificio construido en 1970 en el barrio de Pueblo Nuevo, distrito de Ciudad Linela, a más de media hora del centro de la capital en coche por la M-30. Más allá de estas prestaciones, lo más llamativo y polémico está en la edad del usufructuario. Tiene solo 52 años.

Cabe recordar que España es el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, una cifra que a día de hoy se sitúa en los 84 años. Esta cuestión está siendo reiteradamente mencionada en la red social X, donde ha sido compartida la oferta, suscitando un sinfín de comentarios. Pueden pasar más de tres décadas hasta que la persona que adquiere el piso entre en él. Es por eso que en el anuncio se estima que a día de hoy se está adquiriendo por esos 50.000 euros solo un 37% del valor total del inmueble. 

Durante el tiempo que el usufructuario viva, según el artículo 61.A de la Ley de Haciendas Locales y a no ser que en el contrato se especifique de otra forma, será este quien pague cada año el Impuesto de Bienes Inmuebles. El propietario deberá en todo caso hacer frente a las derramas extraordinarias, que en el caso de una vivienda que tiene ahora mismo más de medio siglo de vida será irremediable que no las haya para mantener la propiedad en buen estado. Las cuotas de la comunidad con gastos regulares corren por cuenta de quien disfruta el inmueble.  

Otros métodos de ingresos por los inmuebles

A la nuda propiedad, que permite al usufructuario disponer de liquidez de inmediato, se suman alternativas como la renta vitalicia o la hipoteca inversa. En el primer caso el dinero obtenido por la venta de una vivienda, normalmente a un banco o a una aseguradora, se reinvierte en la contratación de unos ingresos fijos hasta que se fallezca. En la hipoteca inversa ponemos la propiedad como garantía al banco y recibimos una renta mensual. En caso de fallecimiento nuestros herederos podrán recuperar el inmueble si en el plazo máximo de un año devuelven el importe total de las rentas recibidas.