El ministro de Economía defiende «acompañar» a las empresas en su implantación y darles mayor flexibilidad, pero la vicepresidenta sigue adelante con su plan de acordarlo con los sindicatos
19 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La historia se repite. Las discrepancias dentro del propio Gobierno ponen en duda la medida estrella del Ejecutivo: la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas. Y, una vez más, el choque vuelve a estar protagonizado por el Ministerio de Trabajo, comandado por Yolanda Díaz, y el de Economía, ahora con Carlos Cuerpo al frente, en lugar de Nadia Calviño. Después de meses de negociación en el seno del diálogo social y de un acuerdo que ha decaído, Trabajo quiere firmar cuanto antes con los sindicatos el pacto para aplicar la medida en la que Díaz tiene puestas buena parte de sus expectativas políticas para esta legislatura. Pero en la Moncloa no quieren otra votación in extremis que ofrezca una imagen de debilidad como ha ocurrido recientemente con la reforma fiscal. Por eso, las espadas están en alto, al menos en lo relativo al relato de la situación.
«El 31 de diciembre del 2025 toda la población asalariada de este país, sin distinción, va a haber reducida su jornada laboral». Es el lema en el que insiste la vicepresidenta segunda sobre la reducción de la jornada, aunque Cuerpo ha puesto en duda esta afirmación y, apoyado por el ala socialista del Gobierno, se abre a retrasar esta medida más allá de 2025, que era el compromiso que firmaron en el acuerdo de legislatura. «Se va a llevar a cabo», ha apuntado el ministro de Economía en una entrevista en La Sexta. Pero no se ha mostrado tan rotundo a la hora de decir cuándo comenzará a aplicarse, dejando la puerta abierta a que se haga de forma gradual y se retrase al 2026, para ayudar a las empresas a implementarlo y lograr los apoyos parlamentarios suficientes. «La fecha dependerá de que seamos capaces de llegar a un acuerdo en el Congreso con el resto de fuerzas políticas», reconoció.
El titular de Economía ha negado «cualquier tipo de choque» aunque ha incorporado un nuevo término en la ecuación de la medida: «acompañar» a las empresas en esa transición para que la reducción de jornada se produzca de manera «suave, sencilla y sin afectar a los salarios o a la productividad y el crecimiento, ya que existen situaciones» muy distintas «dependiendo del tamaño de las empresas (pyme o gran empresa) o del sector». «Tenemos que acompañar a las empresas, ayudarles también a hacer esta transición, porque así es como tendremos éxito y nos aseguraremos de que este proceso no solo dé beneficios para todas empresas y trabajadores, sino que, además, se sostenga en el tiempo», ha defendido el responsable de Economía.
Estas declaraciones suponen una enmienda al menos parcial a la negociación que ha desarrollado el Ministerio de Trabajo con los sindicatos y la patronal en los últimos meses. Porque el departamento dirigido por Yolanda Díaz había puesto encima de la mesa varias bonificaciones y ayudas para que las pymes pudieran acogerse a la reducción de jornada sin que sus negocios se vieran perjudicados. Con la salida de la patronal del acuerdo, estas ayudas previsiblemente decaerán del texto, aunque ahora Cuerpo insista en ayudar a los pequeños negocios a realizar esa transición.
Cabe recordar que Trabajo, tras el «no» de la patronal, recalcó que buscaría el acuerdo solo con los sindicatos CC.OO. y UGT, que será «inminente» e implicará que algunas medidas que se pusieron encima de la mesa para atraer a CEOE al acuerdo puedan decaer, como las ayudas o los apoyos a las empresas. Con todo, Cuerpo espera tener aprobada esta reforma antes de que finalice el 2025, como así está incluido en el propio acuerdo dentro del Gobierno. Y es que esto dependerá también, según ha recordado el ministro, de ser capaces de llegar a un acuerdo en el marco del Congreso con el resto de fuerzas políticas.
Dejar un cierto margen
Cuerpo ha abogado por bajar el máximo de horas a las 37 horas y media, de tal forma que luego haya «un cierto margen» dentro de la negociación colectiva y los convenios para que se pueda avanzar en esa adquisición de derechos y hacerlo personalizado para cada uno de los sectores. «La situación es muy heterogénea, no es el mismo sector agrícola que el sector de la construcción o que un sector industrializado», ha subrayado el ministro, tras ser preguntado por la situación de por ejemplo, trabajadores a tiempo parcial. Es, en parte, el argumento que ha usado la patronal en las negociaciones.
Por ello, la secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, ha elevado el tono contra el PSOE ante las discrepancias por el calendario de aplicación de la reducción de la jornada laboral, al lanzar que el ministro Cuerpo, «no debe ser dentro del Gobierno la voz de una patronal» en «rebeldía» contra la medida. También ha recordado que durante este año no se ha aplicado la primera parte de la reducción de la jornada laboral, bajando a las 38,5 horas para luego llegar a 37,5 horas en 2025, ha sido precisamente por la actitud de la CEOE.
Y en esta línea se manifiestan desde el Ministerio de Hacienda, donde dejan claro que, aunque saben que la prioridad de Díaz es que la reducción de jornada entre en vigor en 2025, para ellos lo importante es que los grupos parlamentarios se sientan cómodos con el texto que se tendrá que votar, para que salga adelante en esta legislatura.
La llave, en el Parlamento
La llave, sin duda, está en el Parlamento. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el primero que no quiere llevar a la Cámara ninguna medida que tenga la más mínima duda de que vaya a aprobarse, para no quedar en evidencia la falla de apoyos que tienen en esta legislatura.
Pese a estas discrepancias, Díaz sigue adelante con su plan de cerrar esta misma semana con los sindicatos un texto que ya está prácticamente listo y que prevé firmar de forma oficial este mismo viernes, según confirmaron a este periódico fuentes del ministerio. Y la idea es que ese texto recoja sin ningún tipo de duda que todos los trabajadores españoles tendrán una jornada legal máxima de 37,5 horas a 31 de diciembre de 2025, aunque son conscientes de que posteriormente en el trámite parlamentarios pueda incluirse alguna enmienda que establezca algún tipo de transitoriedad y que incluya ayudas a las empresas para paliar los costes económicos que van a tener.