Sánchez defiende a China como socio en plena tensión comercial con EE.UU.
ECONOMÍA

El presidente defendió que España «no va contra nadie» en su política exterior
12 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pedro Sánchez se ha convertido en el primer mandatario europeo en visitar China desde que estalló la crisis arancelaria y fue recibido ayer por un Xi Jinping dispuesto a estrechar lazos con la Unión Europea. Desde Pekín, el presidente del Gobierno señaló que «la política exterior española no va contra nadie, va en defensa del entendimiento entre países, del orden multilateral y del libre comercio», y pidió al presidente chino trabajar para construir una relación «sólida y más equilibrada». Durante su encuentro, Xi reconoció la importancia de las buenas relaciones con España en momentos de turbulencia, definió la amistad con nuestro país como la «elección correcta», y declaró que la UE debería colaborar con China para «resistir conjuntamente el acoso unilateral», en referencia a los aranceles de Donald Trump.
En la rueda de prensa en la embajada española, el líder socialista quiso insistir en que reforzar las relaciones con China no pone en peligro el vínculo trasatlántico con Estados Unidos. También reivindicó que su política es «coherente con lo que han hecho otras Administraciones», en referencia al Partido Popular, e insistió en que está coordinada con la UE.
Sin ganadores
Xi y Sánchez coincidieron en subrayar que las guerras comerciales no tienen ganadores. El jefe del Ejecutivo español aseguró a los periodistas que le había pedido al líder chino sensibilidad para reequilibrar las relaciones comerciales de forma más justa y con beneficio mutuo. China tiene un escandaloso superávit comercial con España y también con la UE. El presidente español subrayó que es necesario construir una agenda positiva con el gigante asiático, ya que es un «socio imprescindible» para hacer frente a problemas como la emergencia climática. Durante el encuentro, también le transmitió a Xi la necesidad de buscar una paz duradera en Ucrania y Oriente Medio.
Sánchez llegó a China después de visitar Vietnam y, aunque solo estuvo un día en Pekín, la agenda fue intensa. El viernes a primera hora, mantuvo un encuentro con empresarios chinos, algunos, con inversiones ya en desarrollo en nuestro país. Ante ellos aseguró que España busca inversiones chinas que generen valor añadido y empleo cualificado.
En el encuentro, participaron empresas del sector de la automoción (Chery y Leap Motors) baterías (CATL), energéticas (China Energy y China Three Gorges International, Envision), de energías renovables (GCL, Hygreen) y servicios financieros. Después, mantuvo una larga entrevista con Xi y un almuerzo. Sánchez agradeció ante la prensa la «cálida acogida» del presidente chino y del primer ministro, Li Qiang.
Como resultados tangibles, se firmaron acuerdos en materia sanitaria y para exportar medicamentos y cosméticos, sectores que en otros viajes habían expuesto al presidente sus dificultades para acceder al mercado chino. También se firmaron protocolos en materia educativa y de producción cinematográfica. Probablemente los pactos más relevantes sean uno sobre la exportación de cerezas y otro con el sector porcino que permitirá ampliar sus exportaciones.
Estos acuerdos estaban más o menos cerrados en el 2024, pero la intención de la UE de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos provocó su paralización. Este el tercer viaje oficial de Sánchez al gigante asiático en dos años, prueba de la importancia que tiene estrechar lazos con la segunda economía mundial. Está previsto que los reyes Felipe VI y Letizia vayan a China en noviembre, con motivo del 20 aniversario de la Asociación Estratégica Integral, firmada en el 2005 por ambos países.