Francisco Venzalá, presidente de ANPE: «Todo lo que se hace en educación es con prisas»

EDUCACIÓN

El responsable del sindicato de profesores estará este fin de semana en las Xornadas de Ensino que su agrupación organiza en Lugo
18 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Francisco Venzalá (Cádiz, 1968) es presidente del sindicato de profesores ANPE, la primera fuerza sindical del ramo en España. Este físico es docente de Matemáticas de secundaria desde 1993 y aunque vive en Sevilla en los últimos tres años, como imagen de ANPE viaja por toda España cada semana. Hoy viernes y mañana estará en Lugo, en las Xornadas de Ensino que organiza su sindicato en la antigua cárcel.
—Hablar de educación española esta temporada es hablar de selectividad. ¿Cómo ven en ANPE lo que está ocurriendo?
—Es un enorme lío y una muestra de lo que padecemos en el ámbito educativo, que todo lo que se hace en educación se hace con prisas: llegamos tarde y se genera mucha incertidumbre e inestabilidad. Precisamente, la excepción es Galicia, que hizo los deberes en su momento y ya tiene los modelos de examen. Lo que sí valoramos positivamente es que parece que hay cierta coordinación, aunque eso de la PAU única es irrealizable.
—¿Qué considera que es más importante en educación hoy?
—Hay debates recurrentes en educación, y no me extrañaría que de aquí a veinte o treinta días vuelva el de los deberes escolares. Como a principios de curso es el de la jornada continua o partida. Y tiene difícil arreglo porque en España todo el mundo sabe de fútbol y de educación. Para nosotros una de las cosas más urgentes es cuidar al profesorado, que se desarrolle la profesión docente. Llevamos treinta años esperando, porque el sistema de ingreso, las oposiciones, es del 2007 y muchos temarios son de 1993. En toda Europa hay un descenso de las vocaciones docentes y nosotros queremos que sea una profesión atractiva, y que se forme a los profesionales y tengan medios acordes con la realidad de las aulas, con diversidad en el origen de los alumnos, diversidad en sus capacidades y mucha burocracia. Los docentes no tenemos carrera profesional, hay proyectos que se desarrollan en ciertas comunidades, como Asturias, Baleares, Castilla y León o La Rioja, y a ver qué pasa con ellos cuando se diseñe algo a nivel nacional. El Ministerio de Educación es el que tiene que coordinar, alguien tiene que liderar la educación para que no existan diferencias en el plano profesional ni del alumnado, porque ambas cosas están relacionadas.
—Son el sindicato mayoritario en España y se quejan de que no les consultan.
—¡Acaba de pasar con el concurso de traslados, con cambios que no se han negociado! El de profesores es un cuerpo estatal, aunque de gestión autonómica, y se rige por una norma del 2010. Entendemos que hay que cambiarla, pero, ¿por qué tanta prisa? Vamos a darle una vuelta, hacemos grupos de trabajo, lo debatimos... Pero no, se ha hecho una modificación parcial y no se ve el todo, de la formación de los estudiantes futuros profesores a las oposiciones y la carrera.
—¿Es la escuela un cajón de sastre para todos los problemas?
—Nosotros tenemos clara la función de los docentes: formamos académicamente a los alumnos y ayudamos a conformar ciudadanos, pero los padres, las familias, son los principales responsables de la educación de los niños. Pero cuando surge algo nuevo se mira a la escuela: hay que enseñar educación vial, pues que lo haga el colegio; que hay hablar de sexualidad, lo mismo...
—Dice el catedrático gallego José Antonio Caride que se confunde el horario laboral de los profesores con el de la escuela. Un colegio puede ser más que el lugar donde trabajan los profesores, y tener profesionales que se encarguen de otras cosas, ya sean actividades académicas o deportivas.
—Nosotros entendemos que la escuela juega un papel muy importante en la conciliación, pero no puede ser la única solución, la fácil; hay que implicar a otras administraciones. No creo que sea bueno que un niño entre a las siete de la mañana en el colegio y salga a las siete de la tarde. Y el uso de las instalaciones, sí podemos estar de acuerdo, pero todo tiene que quedar organizado para que funcione al día siguiente.
—¿Podrá haber un pacto de educación?
—La única forma de remediar lo que ocurre con la educación es empezar a construir juntos, pero un pacto me parece algo irrealizable. Sí podemos aspirar a un acuerdo de mínimos que acabe con muchas incertidumbres, porque la incertidumbre a la que más perjudica es a la enseñanza pública. Y por supuesto que los responsables políticos lo piensen bien antes de dar ideas felices.