La caída de la casa Sumar: al subsuelo pero aferrándose a que «hay futuro»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 18F

Marta Lois, en la noche de las elecciones
Marta Lois, en la noche de las elecciones M. Dylan | EUROPA PRESS

En la noche electoral llamó la atención la soledad de la candidata Marta Lois

19 feb 2024 . Actualizado a las 20:28 h.

El silencio es oro. Pero, a veces, también es cianuro. Desde que la casa Sumar se hundió en Galicia, su demiurga Yolanda Díaz se ha evaporado. En la noche electoral, llamó la atención la soledad de la candidata Marta Lois que hasta entonces tuvo a su amiga Díaz como principal amuleto.

Entre Madrid y Compostela, la ministra de Trabajo optó el domingo por Madrid. Siguió el escrutinio desde su casa. E Íñigo Errejón, que se desplazó a Santiago para acompañar a Lois, decidió a última hora no salir en la foto de la derrota.

La candidata seguirá trabajando para la formación creada por Díaz, con la intención de seguir en política. Pero su nombre también aparece en la Facultade de Ciencias Políticas como profesora titular para el curso 2024/2025 en cuatro materias en el Grao en Ciencia Política e da Administración. Además, podría impartir un máster en Goberno Local e Políticas Públicas Innovadoras.

Reconocida como «muy buena persona», Marta Lois se muestra elegante hasta el final. Y fue ella la que elegía el silencio, tras el trago de quedarse con cero escaños y solo el 15 % de los votos que había obtenido en el 23J: el partido pasó en Galicia de más de 175.000 votantes a poco más de 27.000 en menos de siete meses. Solo se pronunciaba en rueda de prensa desde Madrid el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, para recalcar que «es un proyecto con futuro que seguirá cambiando la sociedad española». El 23 de marzo se celebrará asamblea, «con el objetivo de trabajar por la fortaleza organizativa y territorial, y de hacer un análisis colectivo».

En Twitter, Díaz y Errejón lanzaron escuetos mensajes. La creadora de Sumar, que con su incursión en su Galicia natal llega directamente al subsuelo, escribió: «Resultados malos, non se logrou o cambio na Xunta, todo o cariño para Marta Lois... seguiremos traballando por un futuro mellor para Galicia».

Errejón incidía: «Lois ha levantado a pulso una campaña de la nada y con muy poco tiempo, mis respetos a la gente que milita en las buenas y en las malas». La candidata solo le dio «me gusta» a un tuit de Esther Gil de Reboleño.

Juan Carlos Monedero, una de las mentes más libres de los antiguos asaltadores de los cielos, incidía en el aplastamiento de los rupturistas en Galicia: «La división en la izquierda es un desastre, la pelea entre Sumar y Podemos lleva a ambos a su irrelevancia. A quienes les pesen más sus planes personales, el ego y la ira, más les valdría irse a su casa».

Yolanda Díaz nunca pensó en retirar a Sumar para capitalizar el voto en el BNG. Pero durante estas semanas, con actos muchas veces de cincuenta personas, se evidenciaba la falta de estructura. Algunos apuntan que ese fortalecimiento será cuestión de años. Antiguos miembros de las Mareas que regresaron al BNG se lamentan de que «Sumar chegara a Galicia para fragmentar e tirar o voto de esquerdas». Las luchas fratricidas solo han servido para su inmolación. En una suerte de La caída de la casa Usher, pero junto al río Sar.