Felipe VI y Letizia ya reinan en decenas de escaparates de Madrid

Mariluz Ferreiro E. ESPECIAL / MADRID

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

Las tiendas venden platos, tazas, camisetas, dedales y llaveros conmemorativos

17 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Es la hora del desayuno. El audaz madrugador sostiene su magdalena. Felipe y Letizia lo miran fijamente y sonríen. Lo hacen desde una taza de fondo azul sembrada de flores de lis amarillas. Eso puede suceder al precio de 5,95 euros, que es el precio de la pieza de porcelana. Porque estos días los futuros monarcas reinan en un buen puñado de escaparates de las tiendas de souvenirs de Madrid. Sus imágenes se acaban de colar en ese universo almodovariano en el que comparten altar fotos de futbolistas, toritos, meninas en miniatura, reproducciones del Santiago Bernabéu y esas pequeñas bailaoras de flamenco que han pisado con sus tacones los aparadores y las televisiones de tubo de media España. Platos, tazas, llaveros, medallas, pegatinas y camisetas se cuentan por centenares y se unen a los miles de carteles con la foto Felipe VI y Letizia que ha repartido por los comercios la patronal madrileña.

En la Puerta del Sol, el punto de reunión de los republicanos, donde el día del anuncio de la abdicación se vendieron pequeñas insignias de bandera tricolor y chapas del Che, la loza conmemorativa preside un escaparate. Muy cerca, en otra tienda, no venden esta mercancía y dudan de su éxito. Hay previsiones para todos los gustos. «Hay que esperar al jueves, entonces la gente estará más metida en este ajo», apunta un vendedor.

«Compran más los extranjeros que los españoles», aseguran en un establecimiento de la cadena Madrid Souvenirs, que se ha apuntado a la mercadotecnia regia con entusiasmo en su red de más de veinte locales. Consuelo, madrileña, echa en falta en las piezas «más rojo y más amarillo, los colores de la bandera». Pero mientras lo dice hace una fotografía para enseñársela en casa a sus hijos.

«Estaremos aquí toda esta semana, veremos el paseo de los nuevos reyes y quiero llevarme algo de recuerdo, porque esto no puedo vivirlo en mi país», dice la mexicana Elena María junto a su marido. Quizás el dedal, comenta. Porque a los turistas que buscan un pequeño botín les viene como anillo al dedo. Cuesta 2,95 euros y no dará demasiada guerra en la maleta. En otro comercio apilan camisetas de color rosa, blanco y azul con las imágenes de Felipe y Letizia. A 12 euros. Una señora se dispone a probar la rosa.

En la calle Mayor, algunas tiendas cuelgan carteles que rezan, en español y en inglés: «Próximamente souvenirs conmemorativos de la coronación». Aseguran que en uno o en dos días los recibirán, pero que ya están disponibles en otro local hermano en Ópera.

«¿Blancos o morenos?»

«¿A los príncipes los quieres blancos o morenos?», pregunta una dependienta con una sonrisa. Son curiosidades cromáticas del acabado del producto. En unas tazas y platos Felipe y Letizia están pálidos como si fueran reyes nórdicos y en otros parece que acaban de salir del palacio de Marivent después de disfrutar de todo un verano al sol.

No falta quien compra «por hacerle la gracia a un amigo». En las tiendas no se ve ni la profusión de productos ni la devoción de los compradores de otros lares, como sucede en Gran Bretaña. A Rocío, estudiante de Zaragoza, todo le parece «bastante hortera». Pero avanzan las horas y cada vez más curiosos se acercan a los artículos que celebran la proclamación. En todos estos comercios reconocen que se venden menos bufandas, camisetas y pines de la selección española desde la goleada de Holanda en el primer partido del Mundial. Quizás, mientras esperan el resultado frente a Chile, Felipe VI les permita una especie de remontada.