La comisión de reconstrucción acerca a Cs y aleja a ERC para los Presupuestos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Kiko Huesca | EFE

El PP se abre a pactar medidas económicas, cuando hasta ahora solo se mostraba favorable a impulsar un pacto de Estado por la Sanidad

25 jun 2020 . Actualizado a las 22:29 h.

El fin de la primera etapa de la comisión de reconstrucción, con la presentación de los borradores de conclusiones por parte de las fuerzas políticas, ha constatado que el romance entre el Gobierno y Ciudadanos puede ir más allá de las prórrogas del estado de alarma, y que la posibilidad de que los diez escaños de Inés Arrimadas contribuyan a salvar los Presupuestos cobra enteros. Y de rebote, que ERC pierda la gran influencia que viene teniendo en lo que va de legislatura.

De momento se trata solo de la acentuación de una tendencia, pero que ya apunta a un reequilibrio de pesos dentro del Hemiciclo debido a dos razones fundamentales. La primera, la determinación de Arrimadas de decretar un nuevo rumbo a la nave naranja, políticamente asfixiada tras el batacazo de las últimas generales. Se trata de un golpe de timón que a su vez hace de palanca para afianzar la segunda tendencia: el alejamiento de ERC. Ante la amenaza de una convocatoria electoral de Torra, los secesionistas tienen complicado apoyar al Gobierno central, especialmente sin avances constatables en la llamada mesa de diálogo. 

Renuncias

Las cesiones que realizaron a ultimísima hora del martes Ciudadanos, que renuncia a exigir un alivio fiscal, y las dos fuerzas sobre las que se sostiene el Gobierno de coalición, con Podemos olvidándose de su famoso impuesto a los ricos, y con el PSOE aparcando la derogación de la reforma laboral, abren la puerta para que hasta el PP no descarte llegar a algún tipo de acuerdo en materia económica. Hasta la fecha, los únicos avances que se registraban entre Ferraz y Génova llegaban solo en el campo sanitario, gracias a las fructíferas reuniones entre Salvador Illa y Ana Pastor. No obstante, los populares siguen reclamando otras cuestiones, como la extensión de los Ertes hasta final de año, un asunto que Yolanda Díaz no rechaza, según admiten fuentes cercanas a la ministra de Empleo.

Un aperitivo de los Presupuestos 

La comisión de reconstrucción tan solo es un aperitivo del gran festín que llegará a cargo del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, por donde pasa buena parte de la continuidad de la legislatura, tal y como admiten en Moncloa. La base sobre la que el Gobierno pretendía armar la mayoría parlamentaria que le permitiese aprobar las nuevas cuentas era el acuerdo de investidura firmado a finales del pasado año entre Sánchez e Iglesias. Sin embargo, varios de los aspectos fundamentales de este texto pueden quedar desplazados, tal y como advirtió hace unos días la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. El nuevo pilar sería precisamente el esqueleto del documento acordado en la comisión de reconstrucción.

Nacimiento

Este foro parlamentario nació con dificultades. En plena crisis sanitaria, los miedos del PSOE a que la oposición convirtiera la comisión en un interrogatorio a la gestión del Gobierno, y los recelos de los populares a estar asistiendo a una nueva maniobra de escapismo de Sánchez, se visualizaron en la falta de consenso para elegir a un presidente. Casado propuso a Ana Pastor, una de las diputadas con mejor cartel en la izquierda, médico de carrera, exconsejera de Sanidad y expresidenta del Parlamento. Finalmente PSOE y Podemos lograron imponer al exlendakari Patxi López. Entretanto, Vox y los independentistas amagaban con no hacer ni acto de presencia. 

Primeros pasos

Los primeros pasos no fueron nada sencillos. Durante la comparecencia de Pablo Iglesias, el vicepresidente del Gobierno acusó al partido de Santiago Abascal de ser partidarios de dar un golpe de estado para cambiar al Ejecutivo, pero que no lo ejecutaban por falta de agallas, lo que motivó el enfado del portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, con el líder de Podemos pidiéndole que no se olvidase de «cerrar la puerta al salir». Otro de los picos de tensión llegó con la intervención de Irene Montero. La ministra de Igualdad fue interpelada con dureza por la diputada de Vox, Macarena Olona.

Sin embargo, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, fue la gran excepción, al lograr la bendición de casi todas las fuerzas parlamentarias. Caballero, que acudió a la Cámara Baja en calidad de presidente de la FEMP, logró el reconocimiento de Vox y de JxCat, que destacaron su intervención como repleta de sentido. 

El enemigo del tiempo y las elecciones

Junto a la patente crispación política, el otro gran enemigo que tuvo que combatir la comisón de reconstrucción fue la lucha contra el cronómetro. Las fuerzas parlamentarias acordaron presentar los borradores de las conclusiones el día de San Xoan, miércoles 24 de junio, un día después de la última comparecencia. Y la misma se puso a andar el 14 de mayo, lo que obligó a concentrar el trabajo y a prescindir de apariciones. Por otra parte, el clima preelectoral en Galicia y el País Vasco tampoco contribuye a la constatación de acuerdos. EH Bildu apreció una oportunidad en la renucnia de PPodemos a aplicar el llamado impuesto a los ricos, y este mismo jueves difundía una nota de prensa en la que informa que impulsa una iniciativa para aplicar una mayor carga fiscal sobre las grandes fortunas.