El presidente de la Generalitat acusa a Pedro Sánchez de «esconder su división» interna en torno al proyecto de ampliación de El Prat y anuncia que la mesa de diálogo se celebrará el próximo jueves o viernes
10 sep 2021 . Actualizado a las 11:43 h.El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha acusado este viernes al Gobierno de Pedro Sánchez de intentar «esconder su división» interna en torno al proyecto de ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y ha exigido el traspaso de los aeropuertos catalanes.
Dos días después del anuncio del Gobierno de suspender la inversión de 1.700 millones de euros prevista para El Prat, Aragonès ha insistido una vez más en reclamar el «traspaso» de los aeropuertos de Barcelona, Girona y Reus para evitar que en su gestión primen los «intereses centralistas» que acaban «favoreciendo al Gran Madrid» y para velar por los criterios medioambientales.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Pere Aragonès ha recalcado que el acuerdo sellado el pasado 2 de agosto para invertir en la ampliación del aeropuerto preveía que los detalles del proyecto se concretarían «en el Plan Director», a elaborar en los dos años siguientes tras un debate en la mesa técnica con ayuntamientos y actores implicados.
Aragonès no cree que el Gobierno haya retirado ahora el proyecto por la falta de apoyo de la Generalitat, sino que «intenta esconder la división» entre el PSOE y Unidas Podemos al respecto.
En este sentido, ha mencionado la visita de ayer jueves de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, a la laguna de La Ricarda, el espacio natural amenazado por la ampliación del aeropuerto.
Aragonès ha asegurado que «ningún conseller» pensaba ir a la manifestación convocada para el 19 de septiembre contra la ampliación, pese a que el pasado martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, dejó abierta la puerta a esta posibilidad.
Mesa de diálogo
El presidente de la Generalitat ha anunciado además que la mesa de diálogo con el Gobierno se celebrará jueves o viernes de la semana que viene en Barcelona, y ha insistido en que «lo natural» es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asista.
El president es consciente de que la negociación para resolver el «conflicto político entre Cataluña y el Estado» será «muy difícil», pero ha recalcado que la parte catalana debe ir «con toda la ambición y la fuerza» a defender amnistía y autodeterminación.
El Estado, ha reconocido Aragonès, «hasta el momento se ha negado sistemáticamente» a aceptar una «salida democrática» mediante un referéndum, pero ahora sus representantes estarán «sentados a una mesa», lo que constituye a su entender una oportunidad.
Aragonès considera «lógico» el «escepticismo» que pueden albergar otras fuerzas independentistas como JxCat o la CUP, pero ha pedido «no menospreciar desde Cataluña» esta mesa de diálogo, sino «confiar» en la «fuerza» del independentismo.
Ante las críticas explícitas del expresident Quim Torra a la mesa de diálogo, Aragonès ha recordado que el propio Torra enarboló hace dos años carteles con el lema «Sit and talk», para exigir al Estado que se sentara a negociar.
«Si alguien cree que, ante la oportunidad que tenemos de discutir delante del Estado el derecho a la autodeterminación y la amnistía, hemos de renunciar a ello, que me diga qué hacemos, que me diga cuál es la alternativa a corto plazo», ha planteado.
Según Aragonès, «las grandes palabras deben traducirse en hechos concretos sobre cómo avanzamos». «Yo propongo una vía, que es forzar al Estado a una negociación, y pido la máxima fuerza, pido que el conjunto de las instituciones del país estén al lado del Govern para defender una solución democrática al conflicto que tenemos con el Estado, basada en el referéndum y en la amnistía», ha subrayado. Y «si alguien cree que hay una vía alternativa, que la explique y la concrete de verdad, no solo con palabras», ha insistido.
Aragonès ha destacado que la mesa de diálogo ha tenido también «enemigos desde el primer momento» desde determinados «poderes del Estado que han intentado reventarla», y ha dicho que no le «sorprendería» que en los próximos días alguno de esos poderes intentase generar nuevamente «tensión» para entorpecer la reunión.
