Todos los grupos del Congreso critican el viraje que supone el pacto alcanzado con Marruecos
30 mar 2022 . Actualizado a las 21:21 h.No es un «giro», sino un «paso más», alineado con la posición de socios europeos de España como Francia y Alemania y la propia Comisión Europea, en la resolución de un conflicto enquistado. Así defendió este miércoles Pedro Sánchez su cambio de posición respecto al Sáhara Occidental, al respaldar la propuesta de autonomía propugnada por Marruecos. El jefe del Ejecutivo aseguró que esa es «la base» sobre la que «hay más posibilidades de construir», con la mediación de al ONU y dentro del marco de sus resoluciones, una salida que «pueda ser aceptada por las partes». «Es un posicionamiento claro, pero no nuevo respecto a otros gobiernos», sostuvo, señalando que el camino que toma es «el de la política real» que abre «una ventana de oportunidad» sobre algo la que pidió a la oposición que valore su «complejidad».
El PP pide el paraguas de la OTAN
Sus explicaciones, sin embargo, no obtuvieron el respaldo de ninguno de los grupos parlamentarios que, con diferentes matices, cuestionaron el «bandazo» ejecutado de forma unilateral sin consultarlo con nadie. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, tachó el cambio de posición de «giro copernicano» emprendido a espaldas del Congreso. Lo consideró un «despropósito incomprensible» con el que Sánchez, según dijo, solo ha logrado abrir una «triple crisis»: con Argelia, con los grupos parlamentarios y con su socio de Gobierno. Tras preguntar si Marruecos ha dado «garantías» de la españolidad de Ceuta y Melilla, las aguas canarias y los flujos migratorios, Gamarra instó a Sánchez a proponer en la próxima cumbre de la OTAN que se ponga a ambas ciudades «bajo el paraguas» de la Alianza, como se están ahora las islas Canarias.
Podemos lo equipara a Trump
Tampoco obtuvo Sánchez comprensión en Unidas Podemos. Su portavoz, Pablo Echenique, afirmó que la «nueva posición» del presidente es «muy difícil de justificar» porque contraviene la de la ONU y «la que figura en el programa del PSOE» y alinea al Ejecutivo español con la postura del expresidente norteamericano Donald Trump y de Marruecos.
Coincidió en ese argumento con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que reprochó a Sánchez que hable tanto de multilateralismo y «de pronto actúe unilateralmente utilizando el mismo lenguaje» que Trump. Más duros incluso fueron otros socios de investidura como ERC, cuyo portavoz, Gabriel Rufián, preguntó a Sánchez por qué se defiende «el derecho del pueblo ucraniano a existir, pero no defiende el derecho del pueblo saharaui». Néstor Rego, del BNG, lo acusó también de apoyar «al invasor marroquí» y exigió una rectificación.
Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, defendió también que Sánchez legitima «la ocupación». «Denuncia la invasión ucraniana mientras legítima la marroquí contra el Sáhara», le reprochó.
El líder de Vox, Santiago Abascal, calificó de «irresponsable, arbitraria y clandestina» la posición adoptada por Sánchez y la calificó de «insulto» al Congreso y de deslealtad a los «intereses de España».
Un 2 % para Defensa
Durante el debate, Sánchez consideró «impostergable» el aumento del presupuesto de Defensa tras la guerra de Ucrania y garantizó que crecerá progresivamente en los próximos años hasta el 2 % del PIB comprometido con la OTAN. La decisión, aseguró, no se debe a una «veleidad militarista» sino solo la intención de defender nuestra democracia. En este asunto, Sánchez sí obtuvo el respaldo del PP, aunque su portavoz, Cuca Gamarra, pidió al presidente que aclare cómo piensa sacar adelante la decisión de elevar el gasto hasta el 2 %. «Nosotros estaremos aquí, pero, ¿estarán los votos de sus socios de coalición?», preguntó, en referencia a la posición de rechazo que ya ha expresado al respecto Unidas Podemos.
La logística del control antiterrorista aplaza la apertura oficial de fronteras al 30 de abril
La apertura de la frontera, marítima y terrestre con Marruecos era y es la forma de visibilizar la normalización en las relaciones entre España y el país vecino. Pero se hará esperar. Si bien en un primer momento se llegó a plantear que fuera este mismo jueves, el día previo a la reunión del ministro Albares en Rabat, los problemas logísticos derivados de la seguridad y control antiterrorista llevaron al Gobierno a publicar este miércoles en el Boletín Oficial del Estado que dicha apertura no se será oficial hasta al menos hasta el próximo 30 de abril.
La disposición del Ministerio del Interior para la ampliación del cierre de las fronteras terrestres hasta final de abril, según la orden que firma el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, especifica sin embargo que ese ampliación del plazo se produce «sin perjuicio de su eventual modificación para responder a un cambio de circunstancias o a nuevas recomendaciones en el ámbito de la Unión Europea».
La fronteras del Tarajal de Ceuta y la de Beni Enzar en Melilla permanecen cerradas desde el pasado 13 de marzo del 2020, cuando se puso en marcha el estado de alarma provocado por la pandemia del coronavirus. Más de dos años después, y a pesar de la mejora de las relaciones con Marruecos tras el giro emprendido por el Gobierno español sobre el Sáhara Occidental, no hay por todavía no una fecha oficial para su reapertura.
Los ministros de Asuntos Exteriores de España y Marruecos, José Manuel Albares y Naser Burita, acordarán el próximo día 1 de abril la normalización de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas, y diseñarán la próxima operación Paso del Estrecho, según anunció el pasado día 23 el ministro Albares en su comparecencia en el Congreso.