Asegura que habrá otro verificador distinto para la cumbre con Esquerra
04 dic 2023 . Actualizado a las 23:42 h.Pedro Sánchez vio el encuentro entre su partido y Junts en Ginebra del pasado sábado dentro de la normalidad y negó la gravedad que la oposición atribuye a la cita. Y respecto a la poca trascendencia del contenido del encuentro, el presidente del Gobierno aseguró que «lo importante es diferenciar el secretismo de la obligada discreción, es la primera reunión de otras muchas reuniones que vamos a tener».
En una entrevista en la Cadena Ser, Sánchez argumentó que el objetivo de las negociaciones con Junts giran alrededor de «poner el contador a cero» para recuperar la convivencia en Cataluña, pero siempre con «la negociación como método» y «la Constitución como marco», un propósito que para el presidente del Gobierno es «noble» y que se juega a dos bandas, ya que las conversaciones con ERC y Junts se desempeñan por separado.
El presidente asegura que con ambas formaciones se dialoga «de los mismos temas», aunque le gustaría una mesa de negociación común, algo que de momento está «muy verde». Y dado el escenario, reveló también que con ERC habrá un verificador distinto al que mediará entre PSOE y Junts, el diplomático salvadoreño Francisco Galindo. Algo que el portavoz de los posconvergentes, Josep Rius, considera un «logro» de su formación. «Ha sido Junts quien lo ha conseguido. Se ha avanzado más en este último mes que en estos últimos años», expresó en rueda de prensa.
Para los de Carles Puigdemont, la vía negociadora está debidamente encauzada a diferencia de la «estéril» mesa de diálogo de la Generalitat —pilotada por Esquerra, con el Ejecutivo— de la que quedaron fuera. «Hemos pasado de una mesa de diálogo a una negociación efectiva entre Junts y el PSOE, validada internacionalmente. Constatamos que se están cumpliendo los acuerdos suscritos», comunicó Rius.
Respuesta en Bruselas
Sánchez también comentó en la entrevista su sorpresa por los comentarios del Partido Popular acerca de la reunión y la designación del verificador a exigencia de los independentistas. «Me llama la atención los golpes en el pecho de la derecha. En otros contextos, yo recuerdo a [José María] Aznar reunirse en Suiza con el entorno de ETA», refirió en antena.
Las palabras de Sánchez provocaron descontento en el Partido Popular. Su portavoz en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, comentó que «el hermetismo de este encuentro fuera de la UE completamente clandestino, sin información ni transparencia, y con un relator internacional, es inadmisible en una democracia europea. Nadie sabe qué se pacta». Por ello, pidió a la Comisión Europea que «solicite al Gobierno de España las actas reales de las reuniones» de Junts con el PSOE.
La popular criticó además que la reunión se negoció «con un prófugo de la Justicia procesado por corrupción para acordar cesiones contra el Estado de derecho a cambio de apoyo parlamentario y gubernamental», entre las cuales estarían los casos de lawfare y un referendo de autodeterminación, según su sospecha.
Montserrat registró dos preguntas parlamentarias respecto a dicha situación porque Bruselas «no lo puede ignorar». Una de ellas, dirigida a la Comisión, cuestiona si este organismo aprueba que la reunión «se acuerde fuera de la UE con un relator internacional restando valor a los tratados de la Unión». La segunda se refiere a si el Ejecutivo comunitario pedirá las mencionadas actas. Porque, en todo caso, lo que se negocia en Suiza debería negociarse «en el Parlamento nacional», dijo.
El relevo de Nadia Calviño no será inmediato aunque acceda a la presidencia del BEI este viernes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene ya pensado quién sustituirá a Nadia Calviño al frente del Ministerio de Economía si es elegida para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero dijo ayer que si eso ocurre habrá «unos meses» de transición hasta desvelar quien la relevará, según Efe.
Sánchez se refirió a la posible sustitución de Calviño en una entrevista en la Ser en la que elogió a su ministra como una de las mejores responsables de Economía desde la Transición. Afirmó que ya ha pensado en su sustitución pero que no va a adelantar nada y explicó que se está peleando «con uñas y dientes» esa presidencia del BEI.
«Espero que pronto, muy pronto, pueda salir adelante, y luego habrá una transición de unos meses y en ese tiempo daré a conocer quién será el nuevo ministro o ministra de Economía», explicó.
Preguntado por la posibilidad de que el elegido sea el titular de Transformación Digital, José Luis Escrivá, se limitó a asegurar que es «un reformista, un progresista, un humanista al que le encanta la política y un gran ministro» que cuenta con todo su cariño, respeto y confianza.
Sánchez se refirió también al choque entre Calviño y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a cuenta del subsidio de desempleo y garantizó que habrá un acuerdo como dice que siempre ha ocurrido en el Gobierno de coalición y porque es un compromiso con Bruselas.
Al respecto, subrayó que todos están de acuerdo en que hay que aumentar la cobertura de ese subsidio e impulsar la cualificación de los parados de más de 50 años para que se puedan reincorporar al mercado de trabajo.
Respecto a los datos de paro conocidos este lunes afirmó que son una demostración de la resistencia de la economía española, del acierto de la política económica del Gobierno y del cambio del sistema productivo español.
El presidente del Gobierno también volvió a asegurar que aspira a tener las mejores relaciones posibles con Israel, pero que lo que le preocupa sobre todo es la muerte de civiles porque es algo «insoportable e inaceptable». Una posición que, afirmó, es cada vez más secundada por la comunidad internacional y por países como Estados Unidos, fiel aliado del país.