El presidente de Castilla-La Mancha defiende su postura discrepante con la dirección del PSOE: «¿Entonces si me reúno con Puigdemont me aplauden, pero si me reúno con el presidente de Andalucía se disgustan?»
26 ene 2024 . Actualizado a las 12:43 h.El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avisado este viernes de que no va a «pasar de puntillas» por ningún asunto de la política nacional con el que no esté de acuerdo, aunque eso provoque una respuesta en contra por parte de la dirección del PSOE.
Un día después de que ministros como María Jesús Montero o exbarones como Ximo Puig salieran en tromba para censurarle su actitud -llegó a decir que el Gobierno se estaba situando «el extrarradio de la Constitución» por sus pactos con Junts- y le afearan que buscaba «notoriedad», el dirigente socialista ha achacado estás críticas «al momento tenso» que vive la política. «Tengo mucho cariño a María Jesús (Montero), están en un momento tenso y es normal. Pero que no se preocupen tanto por mí, yo ya no voy a crecer ni un palmo más. Lo que me preocupa es la notoriedad de Puigdemont», ha zanjado.
En el marco de la feria de turismo FITUR, que se celebra estos días en Madrid, Page tuvo un encuentro informal con los presidentes de Andalucía, Murcia y Valencia en el que hablaron de la necesidad de sumar fuerzas para presionar al Gobierno por un cambio en la financiación autonómica. La reunión levantó suspicacias en Ferraz, pero el presidente castellanomanchego considera que fue un encuentro enmarcado en «la normalidad». «Si me reúno con Puigdemont, me aplauden, pero si me reúno con el presidente de Andalucía se disgustan. Ese no es el país en el que yo creo», ha afirmado.
Page también ha negado que en el PSOE de Pedro Sánchez no se pueda opinar. «Yo lo hago», ha dicho con sorna. «Pero cuando uno va al baile tiene que estar preparado para que le pisen», ha zanjado, antes de reconocer que en los últimos días no ha mantenido conversación alguna con el presidente del Gobierno.