Puigdemont suspende negociaciones con Sánchez, pero descarta la censura

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

Turull, Puigdemont y Nogueras, reunidos ayer en Bruselas con la cúpula de su partido.
Turull, Puigdemont y Nogueras, reunidos ayer en Bruselas con la cúpula de su partido. Junts | EUROPAPRESS

Junts exige una reunión inmediata de la comisión de seguimiento en Suiza

18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevo giro de tuerca de los independentistas catalanes al Gobierno del PSOE y Sumar. El expresidente de la Generalitat y hoy de Junts, Carles Puigdemont, lanzó este viernes su penúltimo órdago a Pedro Sánchez, el que le deja sin la mayoría parlamentaria que hasta ahora le daba sustento. El líder del procés anunció en Bruselas la suspensión indefinida de las negociaciones «a nivel sectorial» con el PSOE por los «incumplimientos» de los acuerdos de investidura.

El de Waterloo arrancó la rueda de prensa, convocada con el fin de presionar a la Mesa del Congreso en el asunto de la cuestión de confianza, recordando la decisión finalmente adoptada por el órgano rector de la Cámara, la de congelar sine die su proposición no de ley que insta al presidente del Gobierno a someterse a la confianza de la Cámara Baja. «Habían anunciado que rechazarían nuestra propuesta, pero esto no ha ocurrido», señaló. Y, a renglón seguido, soltó lo acordado por la cúpula de su partido: «Han entendido que íbamos en serio, por eso suspendemos las negociaciones políticas con el PSOE sobre temas sectoriales, para que no se juegue con el calendario». También anunció que acudirá al mediador internacional de la mesa de negociación en Suiza, el salvadoreño Francisco Galindo, para que verifique el nivel de cumplimiento de los acuerdos suscritos con el PSOE.

En cualquier caso, Puigdemont está dispuesto a condicionar y protagonizar la legislatura —lo que quede de ella— hasta el extremo. Aunque la delgada línea roja sigue siendo la moción de censura. «¿Para qué?», se interpelaba a sí mismo ante la insistencia de los periodistas que abarrotaban el Press Club de la capital belga. «¿Para que gobierne Vox, un partido que es acusación particular contra nosotros y que nos pide años de cárcel y que por su culpa estamos sin amnistía? Ustedes comprenderán que no», apostilló. No obstante, fue incluso más lejos al sugerir a Sánchez que convoque elecciones, «porque cuando un gobierno pierde la mayoría de un parlamento, no tiene sentido que continúe gobernando».

En concreto, los acuerdos incumplidos denunciados por Junts son la aplicación efectiva de la ley de amnistía; el cupo catalán, que pasa por la transferencia de todos los impuestos a la Generalitat (sin cuota de solidaridad); la ejecución del 100 % de las inversiones presupuestadas en la comunidad y la supresión de la deuda del FLA por el valor de las no ejecutadas; y el traspaso integral de las competencias de inmigración. Sobre este último, Puigdemont envió un recado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: «Integral quiere decir todo; ¿qué no entiende el señor ministro?».

«Que no nos busquen»

En la práctica, lo que anunció el promotor del procés es que sus siete diputados en el Congreso dejarán de prestar apoyo a los socialistas en todas aquellas iniciativas que no encajen con su programa electoral o no favorezcan explícitamente los intereses de Cataluña. «Que no nos busquen», subrayó. En primer lugar, que no les busque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. O que no les busquen para convalidar los decretos que el Gobierno aprobó antes de Navidad y que esperaba refrendar este enero con el rodillo de la mayoría parlamentaria. En total, tres: el impuesto a las energéticas; el que permite compatibilizar la pensión con un empleo; y el ómnibus, que incluye la prórroga de las ayudas al transporte público, la subida de las pensiones y el ingreso mínimo vital, entre otras cosas. En el primer caso, los posconvergentes ya habían anunciado en su día su oposición rotunda al mismo, al igual que los nacionalistas vascos, por lo que las palabras de Puigdemont no suponen nada nuevo bajo el sol. Y el segundo, podría prosperar (sin Junts) con el concurso del PP de Alberto Núñez Feijoo, ya que el texto cuenta con el apoyo expreso de patronal y sindicatos. Así, las dudas se ciernen sobre el último, del que penden medidas de gran calado social.