Puigdemont y Junqueras reivindican el referendo del 1-O: «No hay normalidad»
ESPAÑA

Ocho años después, el independentismo apuesta por repetir el desafío al Estado
30 sep 2025 . Actualizado a las 22:35 h.Ocho años después del referendo ilegal del 1 de octubre del 2017, Junts y Esquerra siguen enrocados en el unilateralismo que los llevó a desafiar al Estado, empeñados en «hacer efectiva» la independencia de Cataluña. Carles Puigdemont y Oriol Junqueras reivindicaron este martes la vigencia del «mandato» de quienes participaron en aquella consulta sin amparo legal, prohibida expresamente por el Tribunal Constitucional. «No renunciaremos a este derecho, y es verdad que requiere paciencia, no sabemos cuánto tiempo nos llevará, pero la fórmula la probamos el 1 de octubre con éxito», aseguró el expresidente catalán en un mitin en Cornellá del Terri (Gerona). Huido desde entonces en Bélgica, Puigdemont pidió por videoconferencia «que aquel espíritu, aquella fórmula la cuidemos, la preservemos; es un patrimonio histórico del pueblo de Cataluña». En un manifiesto, Junts señaló que «el referendo del 1-O sigue siendo la expresión más alta de la voluntad de ser de los catalanes y su mandato sigue plenamente vigente». Los posconvergentes abogaron por «rehacer la unidad» del independentismo, un movimiento sumido hoy en el desconcierto y las luchas internas, sin presencia hegemónica en las instituciones y con sus dirigentes reclamando la «aplicación efectiva» de la amnistía, embarrancada en los tribunales de Justicia.
Mientras, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, principal condenado en ausencia de Puigdemont por la intentona secesionista (13 años de prisión y otros 13 de inhabilitación), aprovechó el aniversario para anunciar su intención de presentarse a las próximas elecciones autonómicas. Si es que antes los tribunales le acaban aplicando la amnistía. En una conferencia en Barcelona, el líder de Esquerra llamó a «recoser la sociedad catalana» y advirtió de que Cataluña «no puede estar sujeta a las arbitrariedades que impongan los gobiernos españoles».
Ejemplo de la desunión del independentismo es el manifiesto de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que acusó a los partidos de haber asumido el «marco mental y político español». «La regeneración democrática no vendrá de ellos, sino de la construcción de estructuras de poder popular directo, asambleario y transformador», destacó la entidad que preside Lluís Llach, que también criticó a la Generalitat socialista por mantener «un falso relato de normalidad».
20 años del nuevo Estatut
El 1-O coincide con otra efeméride política en la comunidad: la del 20 aniversario del nuevo Estatut de autonomía, aprobado el 30 de septiembre del 2005 por el Parlamento catalán. Tras 18 meses de negociaciones marcadas por el pulso entre la antigua CiU de Artur Mas y la Esquerra de Josep Lluís Carod-Rovira, para ver quién elevaba más el listón nacionalista, fue aprobado por una mayoría de 120 diputados (de 135), incluido el PSC de Pasqual Maragall, que presidía la Generalitat. «Ahora nos corresponde seguir ejerciendo nuestro autogobierno con responsabilidad, rigor y sentido de país», subrayó el actual presidente, Salvador Illa, en un mensaje en X.