Es un torbellino. Nada mejor para espabilar en esta perezosa primera semana de septiembre que hablar con Teté Delgado, que en este verano que ahora agoniza cumplió los 50 años. «Sí, estoy premenopáusica. Lo noto. Algún sofoco que otro tengo, pero no cambios de humor», asegura con su particular y directo estilo. Uno de los rostros gallegos más populares llega al medio siglo con mucha actividad. Está en plena gira teatral con la obra Sofocos plus, la cuarta comedia de una saga que empezó con Sofocos, Más sofocos, Resofocos, hasta la actual, en la que se incorporó nuestra Teté. Recuerdo que una vez me contó que había sido engendrada en Malpica, nacida en Ferrol, criada en Porriño y adoptada en Santiago. Ahora vive, tren arriba, tren abajo, entre Madrid y A Coruña con su pareja Anxo Carbajal. La única actriz que se mantiene en el cartel desde el inicio es Fabiola Toledo, que es la mujer del productor, y, además de Teté, están Elisa Matilla y la mismísima Ana Obregón. «Genial. Ya había trabajado con ella en un proyecto de televisión, Ellas y el sexo débil, que no duró demasiado. Es mucho más profesional de lo que parece. No es Antoñita la fantástica», comenta. Ya actuó en alguna ciudad gallega y en noviembre, del 6 al 8, hará escala en el coruñés teatro Colón. «Hay música, coreografías... El hilo conductor es la menopausia, pero no nos reímos de ella, desdramatizamos esta época, que hay que pasarla, tampoco es tan trágica. Nosotras, las mujeres, nos desahogamos hablando, mientras que los hombres jamás habláis de estos temas entre vosotros. No estáis acostumbrados a mostrar debilidad», reflexiona.
Oficiante de bodas civiles
Al margen de su carrera de actriz sigue adelante con su proyecto musical Teté y los Ciclones. «Estamos pendientes de sacar el eterno disco que nunca sale. Este año, sin falta. Está todo listo y sería muy importante para que el público sepa que canto de manera profesional, no en ocasiones puntuales», comenta. Pero la actividad más sorprendente de esta cincuentona (que mal suena esta palabra) es la de oficiante en bodas civiles. «Hablo con los novios y después hago un discurso adaptado a lo que me hayan contado. Ya hice varias y tengo bodas pendientes», comenta la polifacética artista que este verano celebró el medio siglo en un lugar muy especial para ella. «En una terraza de Malpica con una asadura de sardinas», asegura sonriente a los 50. «Estoy hecha una joya», sentencia.
Apuestas gastronómicas
Tras el parón veraniego, esta semana se produjo una eclosión de propuestas de carácter gastronómico. Parecía que estaba todo inventado, pero no. Gorka, cocinero de A Pulpeira de Melide en A Coruña se va a ir a preparar pulpo a Málaga merced a una iniciativa de los de La Casera. En su restaurante de la coruñesa plaza de España servirán cocido madrileño otro fin de semana de la mano del la taberna La Bola de Madrid. Galicia Calidade promocionará sus productos certificados con una cena en el restaurante propiedad de un gallego situado a más altura en el planeta, el Volvoreta, en la planta 30 del hotel de Hotusa en Madrid Tower. Una garantía, Pepe Solla, estará al frente de los fogones. Hay más. En octubre se celebrará en el hotel Meliá White House de Londres el evento Galician Gourmet Extravaganza en el que se mostrarán productos artesanos procedentes de nuestra comunidad y se ofrecerá un menú degustación creado para la ocasión. Los encargados de elaborarlo son Diego López y un chef un tanto desconocido, Santi Almuíña. «Tengo un pequeño restaurante, Mesón Colón, en Nadela (Lugo) donde hago fusión de platos de otras partes con productos de aquí. Lo de ir a Londres surgió por casualidad porque el año pasado preparé un menú con retranca para un certamen. Hicimos unas preparaciones en las que nada era lo que parecía y gustó», comenta este experto en gastronomía. Y otra. Caco Agrasar, del restaurante As Garzas, será el primer anfitrión de la Rota das estrelas, una iniciativa que nació en Portugal y que ahora traspasa fronteras. La cita será los días 18 y 19 de septiembre, cuando cocineros con estrellas Michelín del país vecino se encargarán de cocinar a ocho manos un menú acompañado por vinos especiales para la cita. Es también una buena oportunidad para darse una vuelta por la tierra de Teté Delgado.