![Neyruska Escobar sube en Ferrol al tren de las 8.40 del jueves que la dejó en A Coruña una hora y 16 minutos después.](https://img.lavdg.com/sc/40pzIspQB1UhHzBHyZ-E0XJZRUg=/480x/2025/01/31/00121738346282166264633/Foto/f_20250131_140753000.jpg)
«Non hai máis viaxeiros porque o servizo é un desastre», lamenta uno de los pocos usuarios de la centenaria línea, con convoyes viejos y lentos. Es un servicio que se corta en cada temporal, y que ejemplifica el aislamiento ferroviario de Ferrolterra
02 feb 2025 . Actualizado a las 18:18 h.«¿Hay tren o vamos en bus?». «Sí, sí, hay tren», responde la chica que vende los billetes en la estación de Ferrol. «Uno para A Coruña, por favor, ¿cuánto es?». «6,30 euros». Son las ocho y cuarto de la mañana del jueves. La borrasca Ivo ya se ha ido, pero los pocos pasajeros que se aventuran a coger el tren para viajar a A Coruña no saben si la línea seguirá cortada por la tormenta. No lo está, aunque es una línea que se corta en cada temporal.
El andén está vacío, pero el convoy, un Avant con vagones y un centenar de plazas, está preparado para recibir a los pasajeros. Dentro parece que no hay nadie. Pero está Neyruska Escobar, una de las cuatro personas que van a bordo.
Neyruska es una joven de Venezuela que trabaja en A Coruña, pero vive en Narón porque allí consiguió un «piso barato, de 420 euros». Una ganga para ella: «Vengo de Madrid, de pagar un alquiler de 1.000», explica. Cuenta que entre semana se queda a dormir en la ciudad herculina en casa de unos familiares, pero cuando tiene libre (martes y miércoles) aprovecha para descansar en Narón y ver a su novio. Pero toca volver al trabajo, en la hostelería, y usa para ello el tren.
«Si hubiera más frecuencias, no tendría que quedarme en A Coruña, podría ir y venir a Ferrol», lamenta. La verdad es que la oferta es rácana: hay cinco servicios al día en horarios laborales poco prácticos: de Ferrol salen a las 5.53, 8.40, 14.40, 17.41 y 20.36. Y vuelven de A Coruña a las 6.35, 12.05, 15.04, 18.32 y 22.55.
Pocos trenes y lentos. Muy lentos. El Avant de las 8.40 llega a A Coruña una hora y 16 minutos más tarde. No es el peor. El de las 20.36 emplea 1 hora y 22 minutos en cubrir un recorrido de 68 kilómetros. Claro que el convoy para en todas partes y discurre encajonado entre taludes por un trazado centenario que también atraviesa poblaciones como Fene, Cabanas o Betanzos y plagado de túneles. En Infesta, además, tras una espera de unos minutos, da marcha atrás para seguir su ruta hacia la ciudad herculina.
No es un viaje ágil y práctico, pero las vistas son inigualables. El sol ha vencido a la borrasca y sus rayos impactan sobre la ría de Ferrol, la de Ares, el bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez en Cecebre... Un tren para hacer turismo, no para ir a trabajar.
![Pontedeume desde el tren, a su paso por el puente de hierro](https://img.lavdg.com/sc/ITwhMfzG9mE-sq0fXz3kUAOY2aE=/480x/2025/01/31/00121738346521643190366/Foto/f_20250131_185817000.jpg)
La línea ferroviaria Ferrol-A Coruña se inauguró en 1913. A lo largo de sus 112 años de historia, fue sometida a una única reforma, «pero con material de segunda mano, vías levantadas en la parte de Valencia se usaron para cambiar las traviesas de madera por unas de hormigón», recuerda Manuel del Río, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Ferrol. Por eso, «tal y como está la vía, los trenes no pueden correr más, es muy antigua, no se ha mejorado nunca en radios de curvas», explica. Los convoyes alcanzan una velocidad media algo inferior a los 50 por hora.
Ensimismado en su libro electrónico viaja Iago. Su destino, a una hora de viaje, O Burgo, donde da clases. «Non entro todos os días á mesma hora, por iso, este tren solo podo collelo dous días á semana; pero volver, teño que volver en bus, tería que esperar moito polo tren. O resto da semana, ou collo un bus ou teño que conducir», explica.
Recuerda que hace unos meses, Renfe trasladó a los pasajeros en taxis: «Parece que había un tren estropeado, podía ser unha ventaxa para algúns, para min non porque se collo o tren é porque prefiro o tren, senón viaxaría en autobús ou en taxi», recalca.
Pocos trenes, los que hay, lentos, y que se estropean con frecuencia. «Non hai máis viaxeiros porque o servizo non é bo», lamenta Iago, quien añade: «Isto é un desastre, pero bueno, a min compénsame porque me gusta o tren e permíteme facer cousas mentres viaxo».
El tercer pasajero es Gabriel Arnoso. Va de regreso a su casa, en Betanzos, después de acabar su jornada de trabajo en Ferrol como repartidor de Seur. No se muestra muy crítico con el servicio: «Para mí, este viaje es perfecto, tardo 40 minutos, con que haya trenes siempre me conformo, se estropean mucho, estas máquinas son muy viejas, hubo una temporada que veníamos en autobús».
María Fernanda Tarrasa se acurruca en su asiento con los cascos puestos. Se los quita para contar que es de Lima (Perú) y que lleva un año en Ferrol. Va en el tren porque es profesora de yoga en A Coruña. «Es un poco más lento que el autobús, pero es más cómodo, puedo ir leyendo, haciendo cosas, pero si tengo apuro, voy en bus», reconoce.
En Pontedeume sube otro pasajero. La estación de la villa de los Andrade está en una situación de «abandono total», según describe Carlos. «El miércoles tuve miedo, era completamente de noche, el ruido del viento era espantoso, el agua te venía en todas direcciones», confiesa. Ese día «vino un bus a recogernos, está muy bien ese servicio porque Renfe nunca te deja tirado, o te llevan en bus o te mandan un taxi», reconoce.
![La estación de Pontedeume está en una situación de abandono.](https://img.lavdg.com/sc/CslZ92fFJy207fS6RX_Sll_sZZM=/480x/2025/01/31/00121738346282785384604/Foto/f_20250131_150506000.jpg)
Este eumés de mediana edad se ha hecho amigo de Gabriel a fuerza de coincidir todos los días en un tren casi fantasma, que a él le viene de perlas para ir a Betanzos a trabajar, aunque tiene que volver en bus por los horarios.
«Es una línea muy cómoda, cubre el recorrido que yo hago, son 15 minutos, pero lo que es una pena es que no haya más servicios y que no esté más cuidada la línea, llevamos dos días yendo por carretera porque cada vez que hay un poco de viento se cae un árbol a la vía». Por eso, «van muy pocos viajeros, pero si la electrificaran, pusieran una doble vía e hicieran una infraestructura como dios manda» otro gallo cantaría.
Un baipás en Betanzos para ahorrar solo entre seis y siete minutos de viaje
Mientras la alta velocidad ferroviaria se expande para unir las principales gallegas, Ferrol está excluida de esos planes. No hay ningún proyecto para modernizar sus infraestructuras ferroviarias. Y eso que el ministro de Transportes, Óscar Puente, avanzó en mayo del 2024 en A Coruña que no se olvidaba de Ferrol», ciudad a la que supuestamente le esperan inversiones sin concretar para electrificar la vía —fundamental para que pueda circular el AVE— y también para construir un baipás en Betanzos (evitaría que los convoyes tengan que dar marcha atrás).
El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, acaba de estar en A Coruña para contar los avances del corredor atlántico. La situación del tramo A Coruña-Betanzos-Ferrol lo resumió así: «Las cosas llevan su tiempo». Y tanto.
La modernización de la conexión ferroviaria de Ferrol con el resto del mundo está incluida dentro de la red global del corredor atlántico. Por tanto, su mejora quedará para el horizonte del 2050. Mientras que el resto de ciudades están dentro de la red básica, con inversiones previstas para el 2030. De esa planificación (elaborada por el Gobierno central) parte el problema de la ciudad naval y que organismos como la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao no se cansan de denunciar. No en vano, la viabilidad de la conexión ferroviaria del puerto exterior de la ciudad naval (en construcción) está comprometida por la falta de un enlace moderno hacia A Coruña y Lugo para la entrada y salida de mercancías.
La principal inversión que realizará ADIF en Ferrol es precisamente para reacondicionar un tramo de 1,8 kilómetros entre la entrada del puerto y la estación de tren de la urbe, con una inversión de 25 millones.
El único atisbo de mejora de los tiempos de viaje entre Ferrol y A Coruña es la construcción del baipás de Betanzos, cuyo estudio informativo salió a información pública en noviembre pasado, y que estima un ahorro de entre seis y siete minutos. Se trata de construir una variante de solo kilómetro y medio de longitud prometida hace ya dos décadas. El estudio informativo habla de un presupuesto inferior a los 30 millones. La construcción de ese pequeño tramo ferroviario requerirá la ejecución de dos viaductos. El propio estudio informativo calcula que «la fecha más probable de puesta en servicio [del baipás] es el 2029».