La Audiencia no ve coacciones en colgar carteles en los que llamaba a sus vecinos «el gordo y la chiguagua»

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

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Audiencia Provincial de A Coruña
Audiencia Provincial de A Coruña CESAR QUIAN

También siguió a la mujer por un supermercado con la intención de presionarla para que retirase un cierre de una finca

01 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Una denuncia de coacciones entre vecinos enfrentados por una valla ha llegado a la Audiencia Provincial de A Coruña, que absuelve al encausado de un acoso que consistía en colgar una lona en la que se podía leer frases como «puticlub la dama de Elche» y «el gordo y la puta chiguagua», en alusión a la denunciante y a su marido.

A principios del pasado verano el Juzgado de Ortigueira había condenado al encausado por un delito leve de coacciones a la pena de dos meses de multa con una cuota diaria de seis euros y la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Sin embargo, el hombre recurrió a la Audiencia, que ahora revoca esa sentencia y argumenta que la «sentenza apela á intimidación, pero intimidar supón causar medo ou amedrentar: o que constituiría esa lona é un acto ofensivo ou unha inxuria, pero non se observa ameaza ningunha, nin sequera anuncio dun mal futuro ou posíbel». Asimismo, recuerda que la «interpretación que realiza a sentenza de instancia suporía que calquera acto molesto constituiría unha intimidación, pois todo acto pode ser repetido e a súa simple execución sempre levaría implícita tal cousa e, segundo a sentenza impugnada, iso permitiría construír unha intimidación onde non a hai». Así las cosas, lo absuelven y no solo le retiran la multa, sino que se ahorrará el coste de las costas de los dos procesos judiciales: el de primera instancia y la apelación.

Todo por un cierre

La colocación de las lonas no fue el único episodio conflictivo: a mediados de agosto de 2022 la mujer denunció que su vecino comenzó a seguirla por los pasillos, «emitiendo ruidos con la boca, y teniendo que intervenir el hijo de la denunciante para parar esa situación». Pocos días después, este mismo hombre bajó de su casa y empezó a zarandear la valla de su finca mientras le gritaba «zorra, zorra». Todos estos ataques se realizaron porque el vecino, ahora absuelto, pretendía que retirasen un cierre cercano a su finca.