Casi al completo los alojamientos en la costa de Ferrolterra para los meses de verano: «Julio está casi al completo desde hace tiempo»

ARES

En Ares y Cabanas apenas quedan de viviendas turísticas, en Valdoviño están las más caras
27 may 2025 . Actualizado a las 12:18 h.Reservar alojamiento turístico este verano en los principales destinos de playa de la comarca de Ferrolterra será casi misión imposible si no se hace con tiempo y flexibilidad. La alta demanda y la escasa oferta disponible en plataformas como Booking o Airbnb dejan un panorama claro: julio y agosto están prácticamente completos en municipios como Ares, Cabanas, Valdoviño y Cedeira, con precios que no dejan de subir.
En Ares, uno de los destinos más demandados, encontrar un apartamento para pasar una semana en verano es complicado. En plataformas como Booking apenas queda alguna opción suelta en los apartamentos Noaru (a partir de 680 euros), mientras que la tercera semana de agosto o la segunda de septiembre todavía hay alguna opción, aunque a precios de entre 454 y 694 euros por semana. En Airbnb la situación es algo mejor: aún quedan alrededor de una decena de alojamientos disponibles para julio, aunque todos por encima de los 700 euros la semana. En agosto, la oferta es prácticamente inexistente.

El caso del municipio Cabanas es muy similar. En Booking, solo queda una opción disponible para la tercera semana de julio: un apartamento por 810 euros. En Airbnb, quien quiera quedaren esta zona deberá alejarse del entorno de la playa de A Magdalena y alojarse hacia el interior del municipio pagando entre 600 y 700 euros la semana, o valorar la opción de alojarse en Pontedeume, donde los precios suben considerablemente: entre 1.000 y 1.500 euros por semana. Las casas de lujo, como chalés con piscina, pueden superar los 2.000 euros por semana.
La temporada alta en los principales destinos costeros de Ferrolterra se presenta con una alta ocupación y precios en ascenso. La clave será reservar con antelación, tener flexibilidad en las fechas, o bien optar por alternativas menos demandadas o más alejadas de la primera línea de playa.
Villa de lujo en Pantín
En Valdoviño, municipio surfero por excelencia, los alojamientos están ocupados en un 97 % en julio y prácticamente al completo en agosto, salvo la última semana. Los precios superan los 1.200 euros por semana. En Airbnb, aún hay alguna variedad: desde habitaciones en surf houses (de 40 a 100 euros la noche), hasta apartamentos cerca del paseo de A Frouxeira (desde unos 1.800 euros semanales hasta unos 2.500) o villas de lujo, como una espectacular casa con vistas a la playa de Pantín por 3.000 euros la semana.
Cedeira tampoco se queda atrás: la ocupación alcanza el 97 % en julio, y agosto está casi al completo en Booking, con precios que rondan los 1.238 euros por semana. En Airbnb, en cambio, aún pueden encontrarse opciones para julio, principalmente en pisos turísticos, con precios de entre 500 y 900 euros por semana. En agosto, la oferta se reduce considerablemente.

Apartamentos Noaru: «La gente viene a Ares buscando playa»
Los apartamentos Noaru, con dos edificios de alojamientos situados en el centro de Ares, se preparan para un verano de gran demanda, especialmente con las reservas de última hora. «Julio lo tenemos prácticamente lleno ya desde hace unos meses, salvo días concretos. A diario nos sigue llamando gente», comenta Noa Martínez, responsable de los apartamentos. Aunque predominan los visitantes gallegos, reconoce que cada vez despiertan el interés en turistas de todo el país. Ares se consolida como destino vacacional por su entorno natural, las playas y la variedad de actividades que se ofrecen. «Sobre todo es la playa», apunta. Las fiestas de la zona y el deporte son grandes atractivos. «El pasado fin de semana, con una prueba ciclista, estuvimos llenos», apunta Noa.
«Surf houses», tiendas tipo safari, estancia en furgoneta, cabañas o una hacienda
El bum del turismo que vive la comarca en el último lustro viene acompañado de un sinfín de opciones de alojamiento turístico. Además de los hoteles, apartamentos y viviendas rurales, proliferan propuestas curiosas para los más aventureros. En la conocida como Costa das Ondas no faltan las surf houses, viviendas donde los huéspedes conviven con el resto de alumnos de las clases de surf y pueden disfrutar de otros deportes como el yoga además de la comida. Las playas de Ferrol y Valdoviño cuentan ya con numerosas opciones. Una costa donde también proliferan los glámpings donde el visitante puede alojarse en tiendas safari como las del O Raso, As Cabazas o Kampaoh Lagoa en Valdoviño. Para el verano aún quedan días en otros inusuales alojamientos como una furgoneta o una caravana aparcada en la huerta de Maruja, las espectaculares cabañas de Doniños o hasta una hacienda en Narón.