
Los vecinos llevan casi una década luchando para poder convivir con el establecimiento que se instaló en el bajo
05 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos de un edificio céntrico de Cariño llevan casi una década luchando para poder convivir con el bar que se instaló en el bajo: les molestaban los ruidos y convirtieron en terraza espacios comunes como su patio. Primero intentaron llegar a un acuerdo, pero en el 2021 iniciaron una batalla legal que ganaron el 27 de noviembre del 2024. Ese día la Audiencia Provincial de A Coruña publicaba una sentencia que ordenaba el cierre del local (la cafetería Aguillóns ubicada en la calle de la Constitución) porque incumplía los estatutos de la comunidad de vecinos.
Una victoria pírrica, ya que el establecimiento ha seguido funcionando como si el proceso legal no hubiese existido. Es más, las tres familias que viven en el edificio han tenido que pasar un verano más saliendo de sus casas entre las mesas de los clientes y con ruidos hasta altas horas.
Los abogados del caso reconocen que no se ha podido ejecutar la sentencia a pesar de que han completado todos los trámites, pero el problema radica que en que el Juzgado de Ortigueira no ha podido ponerse con el asunto todavía y puede tardar.
Durante todos estos meses algunos propietarios (y promotores de la demanda) incluso han optado por vender el piso, aunque los nuevos propietarios siguen muy interesados en que se cierre esta cafetería, muy concurrida porque está en pleno centro del pueblo.
Desde marzo sin notificar
¿Qué está detrás de la parálisis que sufre este asunto? La versión oficial del Juzgado de Ortigueira es que la sentencia de la Audiencia Provincial les llegó (concretamente a la sección única del Tribunal de Instancia de Ortigueira) en el mes de marzo, cinco meses después de su publicación. Aseguran que a finales de julio se realizó el trámite para dar traslado a las partes, pero también indican que «como agosto es inhábil y en septiembre hay un número máximo de notificaciones por día, es probable que no les haya llegado», aunque auguran que presumiblemente les llegará este mes de septiembre.
La conclusión, según los portavoces del tribunal ortegano, es que la sentencia está sin ejecutar porque no hay una demanda de ejecución presentada. Y puntualizan que los plazos son los habituales para este tribunal.
Por su parte, los abogados que han representado a los vecinos en este proceso recalcan que durante todo este tiempo de espera han preguntado por el asunto para tratar de avanzar en el proceso que decrete el cierre del bar y recuerdan que tienen que presentar un escrito para que se sustituya a sus representados que vendieron el piso mientras el asunto seguía peleándose en los tribunales.