Tumbas ilustres de Ferrol y el Más Allá: desde Torrente Ballester a Amada García

Patricia Hermida Torrente
patricia hermida FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La tumba del escritor Gonzalo Torrente Ballester, en el cementerio de Serantes
La tumba del escritor Gonzalo Torrente Ballester, en el cementerio de Serantes Ramón Loureiro

Marcha fúnebre por hombres escritores, mujeres luchadoras y más de una inventora

01 nov 2023 . Actualizado a las 17:10 h.

El sueño de los justos duermen los moradores bajo los miles de sepulcros de Ferrolterra. Y entre ellos, reconocidos nombres de escritores, políticos o defensores de la libertad: a algunos les llegó la muerte de forma natural, a otros en forma de disparo. Los más afortunados yacen frente a los astilleros, unos pocos viven la eternidad a cientos de kilómetros de la ciudad natal. Gonzalo Torrente Ballester, Don Fernando de Andrade, Amada García... Diferentes vidas y un mismo destino, una tumba para el Más Allá.

Tumba de Fernando de Andrade en Pontedeume
Tumba de Fernando de Andrade en Pontedeume ramón loureiro

Entre los cementerios de la comarca, el de Serantes. Aquí las flores se acumulan sobre las lápidas del escritor Torrente Ballester (1999), de la mugardesa Amada García (1938) asesinada en San Felipe por sus ideas republicanas, de la inventora Ángela Ruiz Robles (1975, creadora del libro electrónico). Pero al visitante también le llamarán la atención las filas de nichos con fotos en sepia de hombres con uniforme, entre placas de homenaje. Son los hombres fusilados durante la Guerra Civil, desde militares de barcos de la República a otros que perdieron la vida por la libertad. Nombres más desconocidos que los anteriormente citados, como Luis Morote (1936), pero que forman parte de la mayor fosa común de Ferrolterra... y también de Galicia. Solo en esta fosa pueden yacer unos 175 asesinados, según datos de los historiadores Xosé Manuel Suárez y Bernardo Máiz.

El militar Luis Morote, en la fosa de Serantes
El militar Luis Morote, en la fosa de Serantes JOSE PARDO

Más antiguas son las tumbas de los Andrade, en piedra bajo la vigilante mirada de los jabalíes. La de Fernando de Andrade das Mariñas (1540) se encuentra en la iglesia de Santiago de Pontedeume. El primer conde de Andrade y segundo de Vilalba también ejerció como octavo Ssñor de las Villas de Pontedeume y Ferrol. Participó con leyenda en las guerras italianas. Y con semejante historial bélico, en su tumba aparece representado por una figura yacente de piedra en la que porta un yelmo en actitud guerrera.

Otro caballero como Rodrigo Esquío (siglo XV) duerme en el monasterio de O Couto, en Narón. Y un cementerio que alberga numerosos nombres con historias interesantes es el de Ortigueira. Allí se encuentran los restos de Fidel Villasuso (1909) destacado emigrante en Cuba y promotor allí de asociaciones gallegas. O de nada menos que la madre del comediante francés Louis de Funes, Leonor Soto (1957). Nadie mejor que el terrorífico Stephen King para definir su destino: «La muerte es un misterio y el entierro un secreto»,