La falta de equipos y las dudas sobre el futuro de Ence ralentizan la corta de madera en el interior de la comarca del Eume

ANA F. CUBA MONFERO/ LA VOZ

MONFERO

ANGEL MANSO

En Ortegal, donde las talas se han reactivado pese a la escasa variación en los precios, también escasea la mano de obra

26 jun 2021 . Actualizado a las 10:15 h.

La escasez de mano de obra cualificado empieza a constituir un problema también para el sector forestal. La falta de equipos y la incertidumbre sobre el futuro de la planta de Ence en Pontevedra explican la ralentización de las talas en zonas del interior de la comarca, como Monfero, de cuyos montes suele salir madera con destino a la fábrica de Navia, pero también a la de la ciudad del Lérez, además de Portugal (a través del puerto de Ferrol). «Hai moita madeira vendida con permiso de corta e pendente de cortar, polo problema moi grave que temos de falta de equipos», indica José Francisco Ares, expresidente de la Asociación de Produtores de Madeira Fomento Forestal, con sede en Monfero y con cerca de 800 socios repartidos por las comarcas de Ferrolterra, Eume y A Mariña lucense.

«A xente non se anima moito, todo o mundo está pendente do que se decida sobre Ence. Hai empresas que tiñan pensado cambiar máquinas vellas e non o fan porque non saben o futuro que vai haber. Hoxe, un equipo pequeno, cun tractor e un motoserrista, xa non é rendíbel, hai que montar un autocargador e unha procesadora, o investimento é moi grande, e sen garantías de continuidade na contratación as empresas non o querer asumir», señala Ares. También achaca a la pandemia el menor ritmo de trabajo en los montes. Francisco Calaza, presidente en funciones de Fomento Forestal, incide en la falta de mano de obra cualificada: «Veunos algún equipo que tivemos que mandar para a casa porque non sabía traballar».

En la costa, la actividad no ha parado, e incluso se ha intensificado. «Para julio y agosto tengo la intención de contar con un empleado más, un cortador, por la demanda de trabajo. Es complicadísimo encontrar mano de obra especializada y no es porque no estén bien remunerados», apunta Óscar Piñón, maderista, responsable de la asociación de productores de Ortigueira (Promaorti) y secretario de Promagal, la federación que aglutina a 25 entidades de productores del norte de A Coruña y A Mariña lucense. «El precio mejoró algo [ronda los 31 euros por tonelada para la madera con cáscara] y Ence ha ampliado al menos hasta julio las primas por madera sobredimensionada», explica.

«En Cedeira estamos a tope, cortando máis ca nunca, con tres equipos [un da portuguesa BSL, outro de Greenalia e outro de Forestal Cando] e un manual de Ence. Creo que conseguimos un prezo bastante mellor do que tiñamos e a xente animouse a vender», apunta Julio Aneiros, al frente de Promace, que ha vuelto a trabajar con la papelera con sede en Pontevedra. Ramón Reimunde, presidente de Promagal, comenta, sin embargo, que en A Mariña lucense, «os madeiristas están indo moi lentos, estiveron ocupados co piñeiro nas zonas do interior, polo tema da moratoria do eucalipto, e por esta zona houbo moi pouca actividade. A partir de agora esperase que volvan as máquinas para aquí».