Abarrote y buen ambiente en la Festa do Polbo de Mugardos: «Este año está especialmente rico»
MUGARDOS












La cita gastronómica repartió tres mil raciones del apreciado cefalópodo este sábado bajo una carpa a orillas de la ría
14 jul 2025 . Actualizado a las 11:58 h.«Esto es como las bodas, que hasta que empieza estás muy nerviosa, pero una vez que comienza y ves que todo va rodado ya respiras tranquila». Pasadas las dos de la tarde, la concejala de Cultura e Turismo de Mugardos, Begoña Gómez, no podía ocultar su entusiasmo por el buen ambiente que se respiraba a esas horas en la famosa Festa do Polbo de la villa marinera, que se celebró este sábado y alcanzó ya su trigésimo tercera edición.
El sol quiso salir para animar la cita gastronómica, que congregó a centenares de visitantes justo donde Mugardos se funde con el mar, en la plaza de la Constitución, junto a la Casa del Reloj. Unos acudieron a pie, otros muchos en coche y bastantes en la lancha de Mugardos, que durante la jornada realizó constantes viajes de ida a vuelta al muelle ferrolano de Curuxeiras, para recoger y dejar en puerto a comensales devotos del rico manjar de ocho patas. Entre los asistentes, mucha familia, mucha pandilla y muchos vecinos con el pulpo estampado en las camisetas. Y todos ellos, con la firme intención de catar el cefalópodo, de cuya preparación, en esta ocasión, al igual que el año pasado, se encargó Casa Taboada.

La carpa se dividió en dos partes y los tiques se vendieron por franjas horarias. La venta comenzó en un lado a las 12.00, y en la otra, a las 12.30 horas, (con una hora para comer y otra media hora para limpiar en cada zona, y así alternativamente hasta las 17.00 horas). «Al ser la venta de tiques por franjas horarias, y de forma escalonada, no hay tanto agobio como otros años», apuntaba al mediodía la edil de Turismo.
Los comensales pudieron disfrutar de un menú a base de pulpo con cachelos, pan y vino y agua por 14 euros (con el plato y la taza de barro como regalo), mientas que las de empanada se despacharon a cuatro euros. Según Begoña Gómez, para organizar el festín se llevaron a la olla 1.500 kilos de pulpo, que dieron para unas 3.000 raciones. Como manda la tradición, al cefalópodo hay que asustarlo varias veces antes de iniciar la cocción, pero el que se prepara a la mugardesa es especial, porque lleva una salsa que lo hace único. «Yo te cuento el secreto, en aceite de oliva se pocha cebolla, pimiento rojo y pimiento verde, después se le añade pimentón, una pizca de sal... ¡Y ya está!», desvelaba una vecina antes de devorar el manjar.
Begoña Gómez anotaba que hay quien también le echa ajo. Y confirmaba que, en esta edición, el pulpo elaborado por Casa Taboada hizo las delicias de los paladares más exigentes. «Con el pulpo pasa como con la tortilla, que nunca sale igual, aunque sigas los mismos pasos. Pero tengo que decir que este año está especialmente rico... ¡Espectacular!».