Adrián Amado, pediatra de Narón: «Los catarros se curan solos»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

NARÓN

CESAR TOIMIL

La Charla Saludable sobre las enfermedades más comunes en pediatría pone el foco en la levedad de la mayoría de los procesos más habituales

17 oct 2023 . Actualizado a las 23:43 h.

Llega el otoño, bajan las temperaturas, los más pequeños de la casa vuelven al colegio o a la guardería... y aumentan de forma sistemática las infecciones respiratorias, catarros, gripes, covid, entre un buen puñado de las patologías más comunes en pediatría. Para saber cómo actuar ante estas dolencias, cuándo hay que acudir al médico o cuáles son las principales medidas de prevención, Adrián Amado Gutiérrez (A Coruña, 1987), pediatra del centro de salud de Narón y del centro Adeslas en Ferrol, impartió ayer en la sede de Afundación la conferencia: Se acerca el invierno, ¿qué hacemos con nuestros peques?. Se enmarca dentro del ciclo de Charlas Saludables organizado por La Voz de Galicia y el área sanitaria para divulgar sobre cuestiones de interés.

¿Qué es un catarro y cómo podemos diferenciarlo de la gripe o alergia? «El resfriado común, la enfermedad humana más frecuente, es una infección aguda autolimitada. Y hay que saber que los catarros se curan ellos solos, no hay que hacerles nada», incidió. Medicación como anticatarrales, mucolíticos expectorantes o antibióticos no tendrá eficacia, incidió. «Hay que saber qué hacer para pasar el bache. Primero, mantener un adecuado estado de hidratación. Cuando un niño está acatarrado pierde más líquidos de lo habitual. Y, de largo, lo más importante, lavados nasales y aspiración. Disminuyes el riesgo de otras complicaciones. En caso de fiebre o malestar se podría utilizar analgésico», expuso. Y tranquilizó sobre esas complicaciones poco habituales que preocupan mucho a los padres, como las otitis, neumonías o sinusitis.

Con las pautas del catarro expuestas, también arrojó luz sobre otras patologías que suscitan igualmente un mar de dudas para muchas familias, como la gripe —«con síntomas respiratorios menos graves que un catarro, pero otros efectos como fiebre alta, dolor de cabeza, cansancio extremo, dolor muscular... y el tratamiento es el mismo que el catarro, ayudar a pasar el bache», detalló—; la bronquiolitis —«normalmente leve y con la vacuna disminuye el riesgo de los casos graves», apuntó—; la híper actividad bronquial y asma —«afecta a niños predispuestos, alérgicos, dermatitis, niños con padres con asma», señaló—; la laringitis —«igual que un catarro, pero se inflama la laringe y provoca unas peculiaridades como la afonía, tos perruna o metálica que llama mucho la atención, dolor de garganta, inflamación...», desgranó—; o el covid —«la clínica es similar a otras infecciones respiratorias y muy variable, y el riesgo de complicaciones en edad pediátrica es bastante bajo», explicó—.

¿Cuándo ir al médico?

Con estas indicaciones básicas, ¿cuáles son los síntomas por los que las familias sí deberían recurrir al médico? Uno de los más importantes, cuando el menor muestra dificultad para respirar. «Dificultad respiratoria no es que le cueste respirar con mocos. Si con un lavado nasal se soluciona, no es. Sí sería si el niño empieza a respirar más rápido, a hundir las costillas al respirar, o, si más mayor, te dice que le falta el aire», explicó el pediatra.

Con respecto a la fiebre apuntó como parámetros que debe preocupar si el menor tiene más de 38 grados durante más de tres días. «La fiebre no es una enfermedad, es un signo que podemos encontrar. Y por debajo de 41 grados no nos preocupa, no vamos a tratarla porque es un mecanismo de defensa», incidió. Como curiosidades explicó a los padres que no debe preocuparles «si la tos es fea, o cuantas veces tose el niño al día, porque no implica mas riesgo» o el color de la mucosidad.

Otras patologías comunes

Además de los virus respiratorios, otras patologías sobre las que tranquilizó y arrojó luz en su intervención fueron el dolor abdominal, la diarrea o vómitos, la conjuntivitis o enfermedades cutáneas como la escarlatina, el boca-mano-pie, el eritema infeccioso o la enfermedad de la bofetada o el impétigo.

El pediatra advirtió de un aumento de las consultas por parásitos como la sarna o lombrices, sobre lo que advirtió de si hay sospecha acudir a consulta por la importancia de evitar su propagación.

Un buen lavado de manos, una de las medidas más eficaces para prevenir contagios

Sabiendo que la mayoría de los procesos que afectan a los pequeños con la llegada del invierno son banales y víricos, además de que es difícil controlar los contagios ya que se transmiten días antes de dar los primeros síntomas, el pediatra dio algunas claves para tratar de prevenir contagios. En primer lugar, la vacunación. Esta semana arrancó en los centros de salud de Galicia la vacunación contra la gripe para los niños, indicada para menores de 6 a 59 meses. «Por un lado, los niños son los que más se contagian y eso hace que puedan transmitir rápidamente la enfermedad a otros sectores de la población. Pero también son los que tienen más riesgo de sufrir complicaciones, como una otitis o una neumonía bacteriana», explicó Adrián Amado. Por primera vez Galicia incluye en el calendario de vacunación la inmunización contra el virus respiratorio sincitial (VRS). «Las vacunas nos protegen frente a algunos virus y bacterias que causan enfermedades graves y potencialmente mortales. Activan nuestras defensas y nos ayudan a defendernos de los microorganismos», defendió Amado.

También es esencial tener unas buenas medidas de higiene como el correcto lavado de manos. «Es una de las mejores formas de prevenir la propagación de infecciones ya que el 80 % de enfermedades comunes se transmiten a través de las manos», apuntó como dato Amado. ¿Cómo deben lavarse de forma eficaz? Aunque parezca un acto reflejo del día a día, hay que guardar unos tiempos. «Usando agua y jabón. Debemos aplicarlo después de mojar las manos, frotarlas durante al menos treinta segundos y enjuagarlas durante diez segundos antes de secar. Si tardas menos de un minuto en lavarte las manos, no está bien», expuso. Otras medidas que se deben implementar son las sociales. En espacios en los que los niños pasan buena parte del día como los colegios se debe tener un entorno bien ventilado y limpio, en especial los objetos de uso común. Pueden ayudar igualmente a prevenir los contagios. Así como el adecuado número de niños y educadores por aula.

Información veraz

Para el experto la educación sanitaria y la responsabilidad colectiva son claves y apuntó a webs como familiaysalud.es o la de la Sociedad Española de Urgencias pediátricas. El área sanitaria de Ferrol ha adaptado en formato de folletos su modelo de semáforo sobre la urgencia de diferentes problemáticas de los niños.

Los lavados nasales, recomendables e ilimitados

En esta nueva cita con las Charlas Saludables, Adrián Amado ofreció respuestas a dudas del público, principalmente relacionadas con fórmulas para ayudar a paliar los momentos de excesiva mucosidad.

¿Cuándo hay que recurrir al lavado nasal y cuándo a la extracción?

Los lavados nasales son fáciles y se pueden realizar con una jeringa y suero, o un espray con agua de mar. «Siempre que no sea agua de mar hipertónica, se puede hacer cada vez que el niño, muy congestionado, lo necesite. Con agua de mar hipertónica, solo tres o cuatro veces al día», expuso como pauta genérica. Sobre las aspiraciones, advirtió que «son más controvertidas» y «no están tan recomendadas». «Como recomendación, alguna de forma puntual si vemos que queda mucho moco después del lavado. El mayor problema, puede generar que se inflame más la mucosa de la nariz y genere más», señaló.

¿Son recomendables los humidificadores?

No son necesarios, incidió Amado. «Por ejemplo, si viviésemos en Castilla, a un niño que pudiese tener mucha tendencia a tener problemas asmáticos puede beneficiarles un mínimo. Pero la eficacia va a ser pequeña», explicó incidiendo que menos aún en clima húmedo como Galicia. «Si nos vamos a nebulizadores, lo que muchos papás utilizan, es cierto que pueden ayudar a que las secreciones sean más fluidas. Y, hay un pequeño porcentaje de niños a los que los nebulizadores les puede sentar mal», advirtió. Por lo que la recomendación pasa por una buena hidratación del menor y los lavados nasales. «Si tenemos bien hidratado al niño, es mucho más importante que le hagamos un lavado, que va a hacer de arrastre. Los lavados nasales, nunca van a dar un problema y funcionan muy bien», apuntó.