
Dentro de unos días, los clientes podrán retirar dinero en efectivo con su tarjeta bancaria
05 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los clientes de las doce estaciones de servicio que forman parte del grupo Ortegal Oil pueden llenar el depósito de combustible, hacer la compra y, dentro de unos días, también podrán usar su tarjeta bancaria para retirar dinero en efectivo de su cuenta. Las gasolineras actuarán como cajeros automáticos, pero no lo serán porque no contarán con esa máquina expendedora. El dinero lo podrán retirar en caja tras pasar la tarjeta por una terminal de punto de venta (TPV) distinta a la que se usa para pagar el repostaje.
Ortegal Oil se ha adherido al convenio firmado recientemente por Abanca, Consellería de Economía y Federación Galega de Estacións de Servizo (Fegaes) para convertir las gasolineras en cajeros automáticos para atender las necesidades de los habitantes de las zonas rurales, más afectados por el cierre de sucursales bancarias. Al mismo tiempo, se trata de diversificar la actividad de las gasolineras menos rentables para intentar que ganen clientela.
Antonio López Rubal, gerente del grupo nacido en Ortigueira, pero con sede en Vilar do Colo (Fene), explicó que Abanca colocará los nuevos TPV dentro de unos días para que el servicio empiece a funcionar entre esta semana y la que viene. Lo hará en todos los establecimientos del grupo en Fene, As Pontes, Narón, Cerdido, Cariño, Moeche, San Sadurniño, Ortigueira, Viveiro y Barreiros. «Un cliente va a venir con su tarjeta de crédito o débito para sacar dinero, como si fuera un cajero. Pasa la tarjeta por el TPV, pone el importe que quiere retirar, nosotros le damos el dinero de la caja de la estación de servicio y luego el banco ya se encarga de liquidar con nosotros», detalla.
«Nosotros le damos el dinero de la caja de la estación de servicio y luego el banco ya se encarga de liquidar con nosotros»
«Ortegal Oil no gana nada» por prestar ese nuevo servicio, pero «sí queremos conseguir fidelizar al cliente, que venga a nuestra estación de servicio a retirar dinero y que diga, ya que estoy aquí, de paso me compro un paquete de patatas y echo diez euros de combustible», reconoce el empresario. Añade que «será un reclamo para que la gente entienda que las gasolineras del rural aportamos un cierto valor a todas las poblaciones». Y es que una de las grandes preocupaciones de Fegaes es el cierre que acecha a muchas estaciones de servicio en el rural por falta de rentabilidad: «Venden muy poquito con respecto a las que están en las ciudades». Así que, «tenemos que ingeniárnoslas para ofrecer una serie de servicios y recordarle a la gente que esto no solo es una cuestión de precio. Nuestros trabajadores son de esas mismas poblaciones y contribuimos a la economía de la zona».
López Rubal destaca que trata así de diversificar actividad para ofrecer más servicios y tratar de subsistir: «Yo reivindico mantener las de la zona rural. Aunque no puedes competir en precio, porque una gasolinera que vende por debajo del millón de litros al año no puede competir en precio con otra que sirve cinco millones en la ciudad». Pero Ortegal Oil tratar de arañar clientes con otros servicios. Así, también está reformando las tiendas de sus establecimientos para implantar Claudio Express. Ya lo ha hecho en Moeche y en Cariño, las siguientes serán las de Mera y el polígono de Ortigueira. «Todo eso ayuda a que podamos seguir abiertos», destaca el empresario.
El grupo Ortegal Oil obtuvo en el 2024 una facturación de treinta millones de euros: «Estamos contentos, hemos mejorado con respecto al 2023», reconoce Antonio López.
La plantilla de la compañía alcanza las 60 personas, que se refuerza en verano para cubrir las vacaciones.
El grupo saldrá de compras tras acometer una reestructuración
Antonio López da por completado el proceso de reestructuración al que se ha sometido el grupo para afrontar la competencia feroz que están ejerciendo las gasolineras de bajo coste en el mercado de la venta minorista de carburantes de automoción. Fruto de ese proceso es la creación de una nueva marca con combustibles baratos, Fuel & Furioso, que luce en el establecimiento de Moeche. «Empezamos en una gasolinera pequeñita, estaba un poco decadente en cuanto a las ventas y al estado de la instalación y el hecho que implantar esta nueva marca con una tienda Claudio Exprés la ha revitalizado. Ahora es una estación de servicio que funciona estupendamente bien», valora el empresario.
El grupo también ha alquilado a Galp las estaciones de Goente y Rego da Moa.
Tras la reestructuración, Antonio López Rubal prepara para el próximo año una nueva etapa de expansión en el grupo con la compra de alguna gasolinera en otras comarcas: «Tal y como está el mercado ahora mismo, es preferible comprar que hacer una de cero, porque requiere una inversión muy grande, hay que buscar un terreno, negociar con los propietarios, pedir licencias, te puedes encontrar con denuncias de algún vecino o de competidores... Es algo agotador. Resulta más fácil buscar algún negocio que no tenga relevo generacional, por ejemplo, también hay gente que se mete porque piensa que da mucho dinero y acaba muy quemada y, aprovechando que se quiere ir del negocio, quiero explorar nuevos territorios donde abrir con alguna de nuestras dos marcas: Ortegal Oil y Fuel & Furioso».