Huellas que pasaron a la historia

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ 17 DE JULIO DE 1988

FIRMAS

SIMÓN BALVÍS

Miles de personas pisaron sin control durante años la gran duna de Corrubedo

17 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las dunas de Corrubedo fueron, durante años, como un parque de atracciones para quienes las visitaban. Miles de personas todavía recuerdan sus subidas y bajadas por la montaña de arena, una diversión que terminó dañando el complejo dunar. El espacio no fue declarado parque natural hasta 1992 y solo desde entonces se empezó a controlar el acceso a la zona. Fue larga la lucha para lograr esta distinción y muchos los colectivos de la comarca que se unieron a esta causa.

El 17 de julio 1988, La Voz publicaba que, según un estudio de un colectivo ecologista comarcal, los miles de visitantes incontrolados estaban provocando el derrumbe a las dunas de Corrubedo. «El espacio natural podría resultar gravemente dañado durante el verano por la masiva afluencia del turismo, si la Administración pública no cumple con sus promesas de conservar y defender el paraje de características tan peculiares», señalaron desde el colectivo. También alertaban con cifras, y es que desde mayo de ese mismo año habrían visitado el lugar más de 10.000 personas.

Una de las primeras medidas para evitar que se pisara la gran duna de Corrubedo fue la instalación de varias plataformas. A día de hoy, la mole de arena solo puede circundarse a través de una pasarela de madera.

Sanciones económicas

Quienes no cumplan las normas vigentes y sigan dejando su huella en la zona se exponen a una sanción económica que puede oscilar entre los 600 y los 6.000 euros. Por el complejo se reparten, en la actualidad, varios carteles que advierten a vecinos y visitantes de esta prohibición.