La Semana Santa se salvó por la mínima en la zona, pese al agua

s. g. / m. v. carballo / la voz

FIRMAS

Los turistas se acercaron a la cascada de O Ézaro incluso bajo la lluvia, atraídos por su elevado caudal.
Los turistas se acercaron a la cascada de O Ézaro incluso bajo la lluvia, atraídos por su elevado caudal. ANA GARCía< / span>

La cascada de O Ézaro fue la gran protagonista del turismo comarcal

02 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Semana Santa en la Costa da Morte se salvó por la mínima, por culpa de la lluvia. Incluso para algunos fue positiva, a la vista de los negros presagios. El alcalde de Muxía, Félix Porto, estaba contento con la asistencia a la Festa do Congro, con registros del año pasado. Manuel Pan, presidente de APTCM, señalaba que los establecimientos de turismo rural estuvieron al 50 % y el resto, al 35 %: gran disparidad.

Por el castillo de Vimianzo pasaron 2.400 personas del jueves al domingo. En el faro Vilán de Camariñas entraron el domingo más o menos medio millar. Hasta O Ézaro viajaron decenas de miles de visitantes, y parte de ellos conocieron el museo de la electricidad, situado a unos metros de la cascada. La férveda fue, con diferencia, la gran protagonista de la semana, al coincidir el desembalse de Santa Uxía, por las lluvias, con la iluminación nocturna. Pero por el día los accesos estuvieron abarrotados igualmente.

El Cabo Fisterra mantuvo sus registros habituales. Por el dolmen de Dombate, en total, pasaron 913 visitantes, que estos días disfrutaron de una visita guiada. Al megalito ahora ya no le afecta la lluvia.