«O casco vello quédase sen xente e se despoboa cada vez máis»

xosé manuel cambeiro

FIRMAS

Álvaro Ballesteros

Durante décadas regentó una de las tiendas más antiguas de la ciudad

24 ene 2016 . Actualizado a las 22:42 h.

Luisa dejó las aulas por el comercio y se ha convertido en una de las merceras más reconocidas de la ciudad. Su herencia la han recogido sus hijos Anxos y Juan Ramón y espera que Algui, la tienda, le sobreviva muchos años. La montaron en la rúa do Vilar sus padres en enero de 1948, cuando era ella moza. Atrás dejó su Ribadavia natal, desde donde vino de niña para operarse de apendicitis y, más tarde, a hacer la reválida. «Pareceume unha cidade antiga, toda de pedra», dice de su primera visión de Santiago. El comercio comenzó a funcionar como paquetería al por mayor. Los artículos de Algui recorrieron la geografía gallega hasta que sus dueños decidieron transformarla en una tienda al detalle. Muchos ciudadanos vestían hace décadas medias, bragas, calzoncillos o alpargatas de esparto veraniegas salidas de Algui. Las señoras se llevaban metros y metros de hilo para coser y remendar. «Cada vez van quedando menos mercerías porque a xente merca os artigos baratos que veñen de Oriente. Antes remendábanse ata as sabas. Aproveitábase todo pola necesidade. Hoxe mercas unha nova e acabas antes», dice Luisa. En sus tiempos Algui competía con una docena de mercerías, pero hoy existen tres. «E o comercio vaise para a zona nova. Isto queda deserto», lamenta. ¿Y hoy que se vende? «Prácticamente o mesmo que antes, pero máis completo e detallado, e con incorporacións de cousas novas». Pero los artículos volaron a otras estanterías y hasta los supermercados se han adueñado de un segmento mercero: «Vendemos a terceira parte do que se vendía. É moito traballo e pouco beneficio. Son cousas miúdas e cifras pequenas. Hai días de cen euros de caixa». La clientela es diversa, mucha de ella de siempre, y cada vez más jóvenes cruzan el umbral de Algui: «Son xente creativa e levan cousas de adorno para ornar un traxe ou bordar algo diferente». Los turistas también entran porque el escaparate les muestra cosas que le llaman la atención o, sencillamente, porque precisan ropa interior u otros artículos necesarios. La gama de productos es amplia: «Temos a fama de que aquí se vai atopar un de todo. Anxos, se lle ve cousas aos viaxantes que son incentivos para o que vén comprar, cólleas». Mucho cariño Algui resiste en el casco viejo porque Luisa tuvo la previsión de adquirir el local, de renta antigua, para asegurar su futuro. «Téñolle moito cariño a isto», justifica Luisa, y sus hijos agradecen el gesto. Sobre todo, porque los alquileres hoy «non son asumibles», tercia Anxos. Y Luisa agrega: «É unha pena que a rúa do Vilar se transformara nun mercadiño de suvenires. Antes había un surtido enorme con Buxán, Daviña, etcétera, e agora tes que ir á zona nova para ter esas cousas». Y lo más doloroso: «O casco vello quédase sen xente. Reformar as casas resulta moi custoso e isto estase despoboando cada vez máis». Algui es una de las tiendas más veteranas de Compostela y sus titulares se han conjurado para mantenerla muchos años. Luisa sigue acudiendo al negocio casi a diario, con su experiencia a cuestas y su encanto de cara a la clientela. Charla con los visitantes. «Son unha relacións públicas», dice. Juzga a sus hijos al frente del negocio: «Anxos ten paciencia e bo carácter, e Juan Ramón tamén. É un santo Job». Compostelanos en su rincón maría luisa Núñez Lois María Luisa Núñez Lois Profesión Comerciante