Joana Marcús, la escritora joven más leída en español: «Si no tuviera dislexia, igual nunca me habría dedicado a escribir»

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La escritora Joana Marcús empezó de adolescente en Wattpad: «Siempre he sido la rarita de la clase»
La escritora Joana Marcús empezó de adolescente en Wattpad: «Siempre he sido la rarita de la clase»

«Un romance puede darte ideas tóxicas, un triller también pero eso no se juzga», asegura la superventas que traduce a palabras la intensidad del corazón adolescente, que ha dejado en Galicia un romanticismo de corte independiente

07 sep 2025 . Actualizado a las 22:26 h.

Nuestras hijas adolescentes van por delante. Conocieron a la autora joven más vendida en España y Latinoamérica Antes de diciembre, años antes de que sus madres bien entradas en la literatura de los 45 (y tantos) tacos supieran qué es Wattpad o qué brilla hoy en esa tendencia del «romantasy» que lleva a las lectoras (sobre todo son chicas) a tunear las páginas con pósits de colores y a comentar las tramas en grupos de WhatsApp.

Estás a la altura de tu adolescente si sabes quién es Joana Marcús, la mallorquina de 24 años que le pisa los talones a J. K. Rowling y Harry Potter. Frente al sentir establecido a partir de una edad, Joana tiene claro que los jóvenes leen, pero no eso que sus padres quieren. Este verano ha visitado A Coruña con Sempiterno, final de una bilogía emocionalmente trepidante que inició con Etéreo. El thriller romántico se ha vuelto sobrenatural.

­—¿Es consciente del sentido de tribu lectora que generan sus historias?

—Es una sorpresa, la verdad. Cuando pienso en mi yo de 15 años, no había personas que leyeran en mi clase. Igual había una... Creo que salir todas de internet, con presencia en librerías, autoras que escriben para lectores tan jóvenes, hizo que se crease mucha comunidad. Es gente que se siente cómoda con las cosas que lee, ya no son los raritos de la clase.

­—¿Era la rarita de la clase?

—Yo siempre fui la rarita de la clase. ¿No me ves? [risas]

­—Que haya sido tan precoz en esto es algo raro. ¿Por qué escribir cuando es una la rarita de la clase?

—Pues precisamente por eso. Yo me sentía muy al margen de mis compañeros. Disfrutaba de Orgullo y prejuicio, Cumbres borrascosas..., clasicazos que me siguen encantando hoy. Pero las cosas que te hacen sentir diferente del grupo en la adolescencia tienen eso de «¿pero qué se cree esta persona?». Eso fue lo que me pasó.

­—¿Diferente por destacar en lecturas?

—No por destacar, por hacer algo que se sale de la norma. La adolescencia es estereotípica, hay unas normas muy claras y, si no las sigues, y eres la persona que se sale del rebaño, empiezas a ser la rarita. A mí tampoco me afectaba mucho, porque no sentía esa conexión con los compañeros. Mi conexión era con compañeras un poco mayores La sentía también con una profesora con la que comentábamos las lecturas. A día de hoy le sigo pasando mis manuscritos. Si no le gustan, sé que no va a ser un buen libro. Ese tipo de conexión dura más que una conexión genérica que puedes tener con compañeros por no decir cómo eres.

—Un tema: quedarnos con la gente que nos toca o elegir a las personas. ¿La vida es realmente tan hostil como nos la muestra «Sempiterno»?

—Sí. La reflexión del libro es que el mundo es hostil, pero, si tienes a las personas adecuadas alrededor, puede ser un mundo muy bonito.

—¿Qué son «Etéreo» y «Sempiterno»? Aparte de palabras que hay que ir a buscar al diccionario...

Etéreo y Sempiterno son una metáfora de los marginados de la sociedad Hay dos tipos de marginados: los funcionales y los no funcionales. En el caso, por ejemplo, de Victoria, es una chica normal, con un trabajo corriente, tiene su grupo de amigas y su vida hecha, pero no se siente parte de la sociedad. Tiene esa sensación que tenía yo a los 17, de «he hecho todo lo que tenía que hacer, pero sigo sin tener claras las cosas». Ese momento de la vida en el que sientes que todo el mundo te mira con ganas de que tomes una decisión, pero tú sientes que no tienes las herramientas para tomarla.

—¿Se puede cambiar la letra del destino?, nos invita a pensar con su novela. ¿Cree en la fuerza del destino o en nuestra actitud ante el azar? 

—Para mí, el destino son las consecuencias de tus actos. Tu destino no está escrito en piedra. No me parece correcta la idea de «haga lo que haga, estoy destinado a vivir esto». Toda tu vida se basa en tus elecciones y en las consecuencias que tienen. Y en aceptar que no siempre tomas decisiones correctas.

—¿Son los escritores para público infantil una gran familia de extraños, como esta de «Sempiterno»?

—Jajaja... Un poco sí. Es un mundo pequeñito y nos conocemos un poco todos. Somos esa parte de la sociedad que tiene su habilidad especial, el don de ponerle palabras a sentimientos que creo que tenemos todos. Y en eso creamos un sentimiento de pertenencia.

—¿Se ha sentido, como en la novela, en una noche eterna que no acaba?

—Sí, alguna vez sí... Ahora mismo no. Pero está sucediendo todo tan deprisa con los libros que siento que no he tenido tiempo para pararme a pensarlo. Lo vivo de manera un poquito disociada. Quiero exprimir al máximo la naranja. Sé que no sería tan feliz ejerciendo como psicóloga...

—¿Empezó Psicología después de publicar?

—No, cuando publiqué el primer libro estaba en tercero de Psicología. Y también trabajaba. Mi vida era muy diferente. Vivía en Mallorca, pero hace unos años me mudé a Madrid... ¡Otra avalancha emocional! Aunque los psicólogos sobreanalizamos las cosas, y no pasa nada.

«Si ves que alguien te hace sentir mal por tu éxito, aprende a protegerte»

—¿Perturba el éxito?

—Sí. Sucede a veces todo tan deprisa que debes adaptarte muy rápido a ese ritmo que no permite un momento de descanso.

—¿Ese éxito ha hecho que la gente conocida la trate de otra manera?

—Sí... Cuando llegas a la cima de esa curvita que es tu vida todo el mundo está contento por ti. Gente que igual cuando estás empezando piensa «¿pero esta de qué va?», con burla, de repente son tus «nuevos mejores amigos» y os llevabais superbién en el instituto. Cuando estás arriba es importante recordar quiénes te apoyaron cuando no estabas ahí. No tienes que sentirte culpable por tu éxito. Y si ves que alguien te hace sentir mal por tu éxito, aprende a protegerte.

—¿Por qué está el romance, tan leído siempre, en el punto de mira?

—Muchos miran el romance por encima del hombro. Un romance claro que puede darte ideas tóxicas, un thriller también. La violencia, el terror... Pero esto no se juzga. Un romance no tiene por qué ser aleccionador. El romance se basa en ser visto, en que te elijan. Todo el mundo quiere ser elegido, ¿no? El romance te hace ser la persona número 1 de otra persona. Esto no elimina tu independencia emocional. Es «no te necesito, pero te quiero».

—¿Siente que ha vivido demasiado para tener 24 años?

—Sí, pero siento que si algún día tengo hijos podré enseñarles que he vivido.

—¿Cómo sienta su éxito en su pueblo, de apenas 400 personas?

—Hay un sentimiento de orgullo, pero a la vez eres la hija de la cartera. Y eso te ayuda a mantener los pies en el suelo.

—¿De dónde viene su pasión lectora?

—Creo que fue porque me diagnosticaron dislexia de pequeña y me recomendaron leer en voz alta media hora al día. Llegué a primaria sin saber distinguir números. Me di cuenta de que no era normal hasta que empezamos a leer en voz alta. Y me di cuenta de lo mucho que me gustaba leer. No puedo pasar un día sin escribir. Igual si no tuviera dislexia, no me habría dedicado a escribir.