El tornero de Tomiño que muestra que la imperfección es bella fue una de los últimos mordiscos de éxito de un año de cine que tiende al Óscar en el que viene. Brindamos por ellos
28 dic 2025 . Actualizado a las 17:02 h.Las uvas de la vendimia del año que acaba con campanadas de orgullo en Galicia empezó en verano, con el estreno de Sirât, esa travesía por el desierto de la incómoda verdad en un mundo que es símbolo con la que Oliver Laxe (París, 1982), con raíz en Os Ancares, puede aspirar a cinco premios Óscar el 15 de marzo. En septiembre empezaba a desatar el vuelo de páginas de mano en mano Lucía Solla Sobral (Marín, 1989), Premio El Ojo Crítico de Narrativa 2025 por Comerás flores, una invitación más reveladora que placentera, por la manera de la autora de llevar el maltrato a moldes que hoy resultan más familiares y complejos.
Dulce empezó el otoño por otra razón de letras. El Premio Nacional de Poesía cayó en Miriam Reyes, ourensana criada en Venezuela y residente en Cataluña, mostrando su inclinación por las voces que nacen en este recuncho del Norte. Hace solo un mes sonó el Latin Grammy tan clásico como la lluvia en Compostela. La pianista Isabel Pérez Dobarro (Santiago, 1992) logró en el Garden Arena de Las Vegas el Premio al Mejor Álbum de Música Clásica con Kaleidoscope (Naxos). Fue otra de las «badaladas» de un año que nos asomó con el Nacional de Artesanía al gran hacer de Aitor Martínez López de Arbina, de Tomiño, guardián de mundos de madera en su taller de Figueiró.
1 Isabel Pérez Dobarro. Santiago, 1992
Clásica y latina supo la última de noche de los Latin Grammy, en la que un alalá de Carme Rodríguez dio el premio al mejor álbum a Isabel P. Dobarro. «Para mí, era fundamental que Galicia estuviera representada», manifestó la intérprete de Kaleidoscope, un viaje gallego universal.
2. Oliver Laxe. París, 1982
Ni una de sus películas deja indiferente. Pero este cineasta hecho de Os Ancares y nacido en París rompió la barrera de la expectativa del riesgo y todo lo esperable en tiempos de algoritmo con Sirât, preseleccionada para optar a cinco Óscar. Pionero del Novo Cinema Galego, nadie muestra tal fortaleza al hacer cine frágil como Laxe, que nos condena a pensar lo que vemos, a poner la idea a clarear. Quizá Laxe no necesita el Óscar, como escribió en Fugas Andrés Quintián. ¿Y el Oscar a él?
3. Lucía Solla Sobral. Marín, 1989
Comerás flores suena exótico y es el tormento que, en su debut, ha situado a esta gallega, del Club de las Letras Salvajes, entre las autoras revelación del año en España. Una de las primeras en entrevistarla fue María Viñas en estas páginas, al hilo de la presentación de su novela en A Coruña. «Todas conocemos mujeres víctimas, ¿nadie a un agresor?», se encaró al silencio encubridor este fichaje estrella de Asteroide, sello que popularizó en el país a autoras excepcionales, como Rachel Cusk y Maggie O'Farrell.
4. Miriam Reyes. Ourense, 1974
Las cifras avalan la debilidad del Premio Nacional por la poesía de autores y autoras gallegos. El del 2025 distinguió a esta poeta y videocreadora que emigró a Caracas con 8 años y vive en Barcelona por el poemario Con (La Bella Varsovia, 2024). Entre los libros imperecederos del año esta campanada sorda de poesía «que espera ser definido y multiplicado con la persona que lee».
5. Aitor Martínez López de Arbina. (Legazpi, Guipúzcoa, 1969)
Su taller es Aitor Vikensen, se formó en la escuela de Escoulen y engendra Mundos en Tomiño. Esa colección de Mundos de madera que honran la contundente imperfección del arte le ha dado a este artista natural del País Vasco el Nacional de Artesanía 2025. Materia, paisaje y cultura dan la talla al sentimiento.