Bruselas amonesta a doce países por saltarse reglas de seguridad marítima

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro CORRESPONSAL | BRUSELAS

GALICIA

Sólo Dinamarca, Alemania y España asumieron la directiva europea sobre puertos refugio Les da un ultimátum de 2 meses para aplicar una normativa en vigor desde el pasado día 5

26 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, advertía hace un mes de que el país que no aplique las directivas sobre seguridad marítima, será denunciado ante la Justicia. «Da igual cuál sea el país y su tamaño, en esto somos implacables», recalcaba. Bruselas empezó a cumplir ayer sus amenazas, abriendo un procedimiento de infracción contra una docena de Estados miembros por no respetar la legislación en materia de control del tráfico marítimo y designación de lugares de refugio. Dinamarca, Alemania y España son los únicos socios comunitarios que han asumido en tiempo y regla las nuevas normativas europeas sobre seguridad marítima, adoptadas en el año 2002 y que, como muy tarde, deberían haber entrado en vigor el pasado día 5. Ni siquiera Francia, que sufrió el naufragio del petrolero Erika, traspuso a su ordenamiento jurídico una directiva que lleva el nombre del desgraciado buque. El proceso abierto ayer por la Comisión Europea, que se traduce en el envío de una carta de emplazamiento a los doce países implicados, supone el primer paso para denunciarlos ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo. Estos países disponen ahora de un plazo de dos meses para aplicar una legislación cuya finalidad es mejorar la seguridad del tráfico marítima. Entre las medidas del llamado Paquete Erika II está la obligación de instalar la balizas electrónicas en todos los buques, lo que permite su seguimiento e identificación automática, y también de cajas negras, lo que facilita las investigaciones de accidentes. La directiva que casi ningún país cumple también refuerza el papel de los Estados ribereños para actuar en casos de riesgo de accidente o de contaminación y obliga a designar lugares o puertos refugio para barcos en apuros. Desde que el Prestige se hundió frente a las costas gallegas, no es la primera vez que Bruselas arremete contra los Estados miembros por no aplicar las leyes que aprueban al fragor de los desastres marítimos. En julio del año pasado, también denunció a otros diez países por incumplir el mínimo del 25% de inspecciones en sus puertos.