La jueza llamará a declarar a los monitores de la piscina para esclarecer en qué momento se ahogó el niño
GALICIA
La investigación que se sigue por la muerte del niño de 4 años Diego Novo Anido en la piscina del Colegio Liceo La Paz, en A Coruña, va muy avanzada. La titular del Juzgado de Instrucción número tres ya tiene en sus manos buena parte de los informes de la policía científica y tras Semana Santa continuará con las declaraciones de los testigos de los hechos. Hasta el momento, solo ha citado al médico y a la ATS del 061 que acudieron a la llamada de emergencia e intentaron durante 50 minutos reanimar al menor.
A partir de la próxima semana la jueza citará en el juzgado a los monitores de natación y personal del centro. Todos ellos ya prestaron declaración ante la policía, pero no ante la autoridad judicial. Sus testimonios son cruciales para determinar cuántas personas se encontraban atendiendo a los niños en la piscina, qué titulación tienen y en qué momento echaron en falta a Diego Novo, pues según ha trascendido existen pequeñas contradicciones.
La jueza ha de determinar quién o quiénes aquella mañana del 30 de marzo se responsabilizaron de la clase de natación al grupo en el que se encontraba el menor fallecido, ya que es sabido que la persona titulada que lo hacía habitualmente no acudió ese día a trabajar. Asimismo, deberá despejar si el número de supervisores de la clase de Diego Novo era el adecuado. La dirección del Liceo siempre ha sostenido que había tres monitores en la piscina en el momento del suceso. Sin embargo, se ha sabido por las declaraciones de los testigos que uno de ellos no era responsable de esa clase, sino que estaba en otro extremo de la piscina. Entonces, surge una pregunta: ¿cuántos monitores estaban realmente con los niños? Hay además otra laguna: el recuento de los niños antes y después de la clase. Mientras la dirección del Liceo afirmó que los monitores se quedan en la piscina mientras los niños salen de ella y se dirigen al vestuario, donde les esperan sus profesores, existen declaraciones que apuntan a que en ningún momento se contó a los menores. Solo se hizo antes de la clase, no después, según testificaron ante la policía algunos de los monitores. Lo que sí parece tener claro la jueza instructora es que el niño permaneció bajo el agua al menos diez minutos.