«Prestige»: caso cerrado

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El juez declara en rebeldía al primer oficial del petrolero para poder remitir el sumario a la Audiencia de A Coruña y fijar la fecha del juicio

15 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Caso cerrado. Estas son las dos palabras que más ansiaban oír las partes que siguieron la instrucción por el accidente del Prestige desde el 13 de noviembre del 2002. Como era esperable en la causa más compleja de la historia judicial gallega, el final de la instrucción no ha coincidido con el auto de apertura de juicio oral que la anterior jueza emitió en el ya lejano mayo del 2010. Pero al fin se ha tomado una decisión para evitar que la causa quedara al pairo de un imputado prófugo que no ha aparecido y probablemente nunca aparecerá. Así, el juez dio traslado ayer de una providencia por la que se declara en rebeldía al primer oficial del Prestige, el filipino Ireneo Maloto.

Como se explica en el texto remitido por el instructor, la declaración supone que «se suspende la causa» respecto a este imputado «hasta que sea hallado», mientras se continúan con las acciones judiciales respecto a los otros tres encausados: el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors.

La escueta justificación que sustenta esta decisión judicial radica en que el marino filipino «no ha comparecido» ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión. Pero el juez que asumió el caso en abril también aduce que Interpol, que recibió hace tiempo una orden de busca y captura, tampoco fue capaz de localizarlo.

El trámite es necesario para que el sumario no se empantane. Hace unos meses, la aparición sorpresiva en Grecia del jefe de máquinas del petrolero, Nikolaos Argyropoulos, obligó al juez a dar un amplio plazo para que el abogado de oficio que se le asignó pudiera elaborar el escrito de defensa. Este período de tiempo terminó el pasado 30 de septiembre, fecha que el juez y la Fiscalía se habían propuesto para sacar definitivamente la causa del pequeño juzgado de Corcubión.

El terreno queda ahora libre para que el juez redacte el auto para trasladar la causa a la Audiencia Provincial de A Coruña, que en los próximos meses deberá señalar la fecha para el juicio. El objetivo es que pueda haber una estimación fiable de la fecha cuando se celebre el noveno aniversario de la catástrofe ecológica, aunque la logística del juicio es compleja y probablemente este proceso lleve su tiempo. En cualquier caso, se espera que el auto de traslado salga de los juzgados la próxima semana.

El final de los coletazos de la instrucción coincide con la resolución de las comisiones rogatorias enviadas a Grecia y a Londres. La primera estaba destinada a la inútil tarea de notificar a los propietarios que se les considera responsables civiles directos de los daños causados por la marea negra. La segunda consistía en informar de la misma circunstancia a la aseguradora del buque, el London P&I Club, la única empresa solvente del oscuro entramado que trajo el Prestige a Galicia.