Para captar más audiencia, el implicado no tenía reparos en promocionar sus vídeos porno especializados en fetichismo con el gancho morboso de que mantenía sexo con su supuesta hermana. En realidad, abusaba de la hija preadolescente de su novia cuando esta la dejaba a solas con él para que la cuidase.
Mediante títulos morbosos lograba ganar más puntos en las webs de pornografía para adultos cuyos usuarios comparten material a través del sistema de intercambio P2P. La elevada audiencia le daba derecho a descargar más material de otros usuarios, que bajaba y almacenaba en su ordenador. Ahora, los agentes del BIT analizan las numerosas imágenes de pornografía infantil que han hallado volcadas en su ordenador. La investigación sigue abierta y, probablemente, tenga ramificaciones hacia redes de pedofilia.